El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, pidió al gobierno que salga de las urnas el 20 de noviembre, «con independencia del partido que gane» las elecciones y teniendo en cuenta la situación de crisis, que aunque no traiga los medios materiales y humanos necesarios, se afronte al menos «un nuevo diseño de la Administración de Justicia».
«Estamos viviendo con una del siglo pasado y verdaderamente precisamos una maquinaria acorde con los tiempos que vivimos», precisó. Así lo expuso ayer instantes antes de comenzar el acto de apertura del Año Judicial, que tuvo lugar en la sede del Palacio de Justicia de Valladolid.
Concepción dedicó buena parte de su intervención a rendir homenaje a los tres magistrados a los que esta mañana se les impuso la Cruz San Raimundo de Peñafort. Se trata del presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de Valladolid, Antonio Fonseca, la presidente de la Sal de lo Contencioso-Administrativo de Burgos, Concha García, y el presidente de la Audiencia de Burgos, Miguel Carreras, que recibieron con orgullo y emoción esta distinción.
Por último, se refirió a la necesaria mejora de la administración de justicia y su modernización. «Quiero creer, por mi natural optimismo, que llegará el tiempo en que los viejos problemas de la Administración de Justicia encuentren solución y hago votos para que esta etapa difícil que se abrirá de aquí a poco sirva, si no para solventar los que precisen de un remedio económico, sí al menos para realizar un diseño moderno y valiente de la organización judicial en España», concluyó.
Por su parte, el fiscal Superior de la Comunidad, Manuel Martín Granizo, quien agradeció la ampliación de la planta del Ministerio Fiscal, que desde enero de 2011 cuenta con tres fiscales lo que «asegurará una mejor prestación del servicio público», reconoció que las «perspectivas» de la institución para este año judicial «no son las mejores» porque se frena el incremento de los efectivos como consecuencia de la llegada de la crisis a la administración de justicia. «Se deja sentir, de momento no con la disminución, sino con la reducción de los incrementos, que se producirán en menor medida de la inicialmente prevista», indicó.
Además, pidió que se lleven a cabo algunas de las «buenas ideas» que contiene el proyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal que ha visto la luz pero que no seguirá su trámite tras haberse disuelto el Parlamento. Así, se refirió a la atribución al fiscal de la dirección de la investigación penal y la dirección efectiva de la Policía Judicial, la racionalización de la actividad de la acusación particular y de la acusación popular para que ninguna otra autoridad pública pueda ejercerla.
