Sudán del Sur inicia hoy su independencia con el reto de levantar prácticamente desde la nada un nuevo Estado, empobrecido por las guerras y carente de infraestructuras y servicios básicos.
Tras la firma en el año 2005 del tratado de paz con el norte que puso fin a 21 años de intensa guerra civil, el Gobierno sureño se ha encontrado con una herencia llena de ruinas y devastación y con el desafío de empezar a construir un Estado desde la nada.
Yuba, que en su día fue plaza fuerte de los rebeldes del sur, ha logrado convertirse en los últimos años en una de las ciudades que más rápido está creciendo en el continente africano.
En la actualidad, la capital vive un boom de la construcción, se están asfaltando carreteras y el aeropuerto está siendo remozado con la creación de una segunda pista con motivo del día de la independencia que se celebra hoy.
La paz también trajo consigo la formación en los últimos años de un Gobierno, un Parlamento y un cuerpo de Justicia.
Hasta la fecha, la Asamblea cuenta con más de 100 diputados que representan diferentes circunscripciones de las 10 provincias que constituyen el país.
Asimismo, las antiguas facciones militares se han transformado en grupos políticos, el más importante el Movimiento Popular de Liberación, que cuenta con mayoría de parlamentarios.
En estos meses, varias misiones de Estados extranjeros se han establecido en Yuba y se convertirán en las futuras embajadas.
Parte del desafío en la construcción de una nación, y en particular en el caso de Sudán del Sur, ha sido la falta de formación de los funcionarios, lo que ha llevado a la mayoría de las organizaciones internacionales a trabajar con las autoridades para capacitar al 27 por ciento de la población que no es analfabeta.
Pero si hay alguien que se está beneficiando de estos frutos son los ciudadanos, como el empresario Yuma Mohamed, que reside en Yuba desde hace 11 años, aunque es originario de la región norteña de Darfur. Mohamed, que considera que su tienda de ultramarinos ha ido a mejor, explicó que «ha habido cambios en el nivel de vida, se están construyendo nuevas carreteras y ha mejorado el estado de las viviendas», aunque el progreso también tiene sus inconvenientes: «Ahora es muy caro vivir en Yuba».
Para el empresario, «con la crisis económica actual, la reubicación de la mayoría de las organizaciones internacionales en la ciudad y la llegada de productos importados de países vecinos como Uganda y Kenia, la vida es cada vez más cara».
El precio del alojamiento también se ha disparado, como señaló la cooperante española María. «Pago más aquí que en España», subrayó la joven, que agregó que también son complicados los traslados, ya que algunas zonas son inaccesibles por el mal estado de las carreteras, aunque «cada día hay siempre algo nuevo que mejora en esta ciudad».
La paz ha atraído, además, a un gran número de personas que se habían marchado por el conflicto.
Desde el año 2005, muchos refugiados originarios del sur han vuelto a Yuba con la esperanza de contribuir al cambio y al desarrollo del país, como relata el funcionario Abraham Akoi, responsable de política y gestión en el Ministerio de Finanzas.
Al igual que muchos de sus compatriotas, Akoi volvió de Estados Unidos con la esperanza de ayudar a transformar la zona destruida. «Al ver la devastación causada por la guerra no podía hacer otra cosa que volver, siento que quiero ser parte de la reconstrucción del sur de Sudán. La experiencia en lo que hago y el impacto que tiene me motiva más», señaló.
Muchos sudaneses tienen la esperanza de que, con la independencia, los líderes que gobiernan el país africano se centren en asuntos que afectan tanto a los ciudadanos como al propio Ejecutivo y sus instituciones, ya que muchos desean unos servicios básicos adecuados y el mantenimiento de la seguridad.
Reconocido por España
Sudán del Sur se sumó ayer a la lista de países a los que España reconoce como nuevos Estados, circunstancia que no pasaba desde que le dio el aval a la independencia de Montenegro, en 2006. Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Francia son otros de los Gobiernos que han apoyado a la nación.
