La Catedral del fútbol sala volverá a hacer honor a su apelativo con la disputa de un partido de la Roja de las dos estrellas ante Suiza. Buena noticia. Independientemente de que el combinado nacional esté en reconstrucción de la mano de Jesús Velasco, que también regresa, de que Suiza no sea Brasil o Portugal y de que el propio fútbol sala haya perdido peso en la ciudad, por todos aquellos polvos que se convirtieron en lodos.
El interés actual del ayuntamiento y la predisposición de la RFEF han hecho posible un acuerdo que perfectamente podría haberse alcanzado años atrás y que, uno no entiende muy bien, nunca llegó. Pero ya está aquí y toda disfrutar de un partido oficial, que no es baladí.
El partido servirá también para homenajear a Lin. Otra gran noticia. Ya le dediqué a Don Ángel en este foro alguna columna y no me voy a repetir sobre lo que pienso de él ni sobre lo que representa para el fútbol sala local, nacional e incluso internacional. Pero me resulta inevitable recordarle en sus primeros partidos, sus primeras entrevistas conmigo en Punto Radio y cómo se fue haciendo cada vez mejor jugador y también mucho mejor conversador. Me aventuro a decir que este no será el último homenaje que reciba, sobre todo porque aún no se ha retirado.
Por cierto, echo de menos que en estas mismas circunstancias no reciba el aplauso que se merece César Arcones y con él, aquellos que en la cancha o en el banquillo fueron internacionales. Me importan poco el protocolo y los tecnicismos en este aspecto. Parece ser que hay en el aire una promesa de reconocimiento a todos ellos. Que no se olviden.
