Situado al noreste de la provincia, Villafranca, donde está el Ayuntamiento, La Nava, Torrecilla y Valdesaz, conforman el Condado de Castilnovo. Sus orígenes se remontan a tiempos de Abderramán I, en el 755, pocos años después del comienzo de la conquista Omeya, allá por el 711.
CONDADO DE CASTILNOVO
En la actualidad, el Condado de Castilnovo es un municipio peculiar, bajo cuyo nombre se agrupan en un solo Ayuntamiento, además del castillo, los siguientes núcleos de población: Villafranca, La Nava, Torrecilla y Valdesaz. Villafranca es la de mayor censo poblacional de los cuatro y donde se asienta físicamente el Ayuntamiento como cabeza administrativa del conjunto. En la actualidad, el conjunto de las cuatro pueblas que forman el municipio arroja un padrón de unos 80 vecinos, fundamentalmente dedicados a la actividad agropecuaria, cuyo gentilicio es villafranqueses.
Antes de morir Fernando el Católico creó un mayorazgo en el que integró el señorío de Castilnovo y se lo donó a su nieta, Juliana de Velasco y Aragón. Su madre, Juana de Aragón, era hija de Fernando el Católico y Aldonza Ruiz de Ivorra y Alemany. Medio siglo después, el día 17 de junio de 1557, Felipe II elevó la demarcación del señorío de Castilnovo a condado con carácter hereditario en favor de la ya señora del lugar, doña Juliana Ángela de Velasco y Aragón. Esta primera condesa de Castilnovo matrimonió con su primo hermano, Pedro Fernández de Velasco y Tovar, III duque de Frías, V conde de Haro y ahora también conde de Castilnovo. Este título condal permaneció en la familia ducal de Frías hasta la mitad del siglo XIX. El título nobiliario de conde de Castilnovo sigue vigente en la persona de su actual titular don Antonio Sagnier de Taramona, marqués de Ciutadilla, aunque no ostenta la propiedad del castillo y su territorio.

El Castillo. La fortaleza llamada Castilnovo —Castillo Nuevo— se ubica en el centro de lo que fueron las posesiones del condado; una hermosa encrucijada de viejos caminos, actuales carreteras de Segovia a Soria y de Prádena al Condado, y el río San Juan, entre centenaria arboleda de encinas, álamos y pinos, a 8 km al suroeste de Sepúlveda. El castillo emerge de un soto umbrío cuan gallardo galán con ese impreciso estilo, entre señorial y romántico. Su historia se remonta al rey moro Abderramán I que lo fundó en el 755. Desconocemos los avatares de ésta hermosa fortaleza desde la fecha de su construcción en el siglo VIII hasta finales del XIV.
Las primeras referencias documentadas del castillo de Castilnovo de que disponemos, comienzan a finales del siglo XIV en que figuraba como señor del castillo don Fernando de Antequera, quien luego del Compromiso de Caspe de 1412, sería el rey Fernando I de Aragón; le seguirá en la tenencia don Álvaro de Luna, valido de don Juan II, quien realizaría una de las más importantes transformaciones hacia el estilo mudéjar, al alternar la mampostería y el ladrillo. Cuando Álvaro de Luna murió en el patíbulo en la Plaza Mayor de Valladolid el día 2 de junio de 1453, tras un juicio farsa, este castillo fue entregado al entonces príncipe de Asturias y luego rey Enrique IV el Impotente, quien más tarde se lo donaría a su hombre de confianza Juan Pacheco, marqués de Villena. Pasados los años, el castillo volvió a poder de la Corona, entonces ostentada por los Reyes Católicos quienes se prendaron de esta fortaleza, alojándose en ella en sus viajes de Segovia a Burgos y viceversa.

Cuenta la historia que esta fortaleza, como la de Pedraza y otras muchas, fue residencia obligada de los príncipes: Francisco, delfín de Francia y Enrique, duque de Orleans, de nueve y ocho años respectivamente, quienes, tras la batalla de Pavía de 1525, quedaron retenidos en España como aval de cumplimiento del tratado de Madrid firmado el día 14 de enero de 1526 por su padre, Francisco I de Francia con Carlos I de España.
En algún momento del siglo XIX, la propiedad del castillo llegó a poder de un príncipe alemán de la familia Hohenzollern, quien luego se lo vendió a José Galofré y Coma, pintor del papa Pío IX, Isabel II y otras testas coronadas de Europa. El nuevo propietario restauró el castillo, pues cuando él lo compró se encontraba en estado ruinoso, modificando la fachada norte y construyendo el ala sur del patio de armas. Luego se lo vendió a los marqueses de Quintanar, que añadieron arquerías de estilo neoclásico y elevaron el acceso mediante una plataforma en la fachada norte.
La actual fortaleza-palacio es, por lo tanto, una amalgama de estilos arquitectónicos que se fueron superponiendo según quien viviera en él y los tiempos que corrieran. Destacan las torres, tres cuadradas y tres cilíndricas, adornadas con muchos balcones y, los muros de sillería con ladrillos mudéjares y calicanto. Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1931
Con la llegada del siglo XXI, la propiedad del castillo pasó a manos del ya fallecido empresario hispano-mejicano José Gárate Murillo, quien tenía la intención de estrechar lazos entre las culturas española y mexicana, y a tal efecto creó en el castillo el museo de España y México con diferentes temáticas. Desde entonces ha sido utilizado para diversos tipos de eventos como: hotel, salón de congresos, restaurante, salón de bodas, al contar con el espacio necesario para la celebración de los enlaces y de los banquetes posteriores y otras actividades de tipo cultural.
VILLAFRANCA DEL CONDADO
Tras la reconquista de los territorios que luego formarían La Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, se fundó esta población en las inmediaciones del castillo sobre una loma con orientación sur y base en el camino, hoy la carretera SG-V- 2342, a unos 50 km de Segovia, enclavada en el Ochavo de Prádena y partido judicial de Sepúlveda. Está poblado por unos 50 habitantes, que fundamentalmente se dedican a la industria agropecuaria; cultivo de cereales, girasol, algo de huerta y ganadería.
El nombre de Villafranca le viene dado por los privilegios que le permitían ser villa Franca o, lo que es lo mismo, estar exenta de pagar algunos impuestos que el resto de poblaciones: La Nava, Torrecilla y Valdesaz debían pagar a su señor, pero esa exención de impuestos la obligaba a cumplir algunas servidumbres que las poblaciones de señorío tenían contraídas con su señor natural.

La iglesia parroquial de Villafranca está dedicada a Nuestra Señora de la Antigua. Es de fábrica neoclásica con planta de cruz latina, cúpula en el crucero y torre de tres cuerpos. Alberga un hermoso retablo mayor barroco de tres cuerpos independientes, y una excelente colección de obras de plata, entre las que destacan la custodia de sol realizada por plateros vallisoletanos a finales del siglo XVI, y su cruz parroquial realizada en Segovia por Juan de Zuazo en 1662.
Las fiestas de Villafranca. La matanza es la primera fiesta del calendario de Villafranca. Se celebra el último fin de semana de febrero, organizada por los propios vecinos con la participación de los habitantes de todo el municipio.

Villafranca celebra su fiesta patronal en honor a la Virgen de la Antigua el segundo domingo de mayo, con concentración de rehalas caninas procedentes de los siguientes pueblos de la provincia: Cabezuela, Cuéllar, Fresno de Cantespino, Torre Val, Valseca y Villacastín, también acudirán perros de La Rioja y de Valladolid. El motivo principal del evento es dar a conocer las diferentes razas caninas utilizados en las monterías, así como los llamados perros de presa; paralelamente tendrá lugar una feria de artesanía. El segundo domingo de septiembre celebra su fiesta en honor a la Virgen del Rosario.
LAS PEDANÍAS DEL CONDADO
La Nava es un pequeño núcleo poblacional del Ayuntamiento del Condado de Castilnovo poblado por unas 12 personas, dedicados a la actividad agropecuaria. Celebra su fiesta el día de San Juan en junio.
Torrecilla, es como la anterior, una pequeña población del ayuntamiento del Condado de Castilnovo habitada por unas 10 personas. Tiene una pequeña iglesia dedicada a San Bartolomé, y celebra su fiesta en agosto
Valdesaz está habitada por unas 10 personas tiene una sencilla iglesia parroquial con advocación a Santa Cristina en estilo románica y una sola nave. Celebra su fiesta en julio.




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* Juan Fco. Sanjuán Benito
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