El equipo principal de nuestra ciudad y de su provincia atraviesa por un momento crítico. No es solo que esté perdiendo los partidos, sino cómo los pierde por circunstancias, en parte no lógicas, como quedarse rápidamente con un jugador o dos menos, lo que debe influir en el estado de ánimo de los demás. Un amigo mío madrileño que sigue a la Segoviana por las noticias que le doy de sus resultados y de los puestos que ocupa en la tabla, me ha escrito el siguiente whatsApp: “Felipe: perdona que me ponga pesado ( me había escrito otro anterior parecido ), pero creo que ahora es muy necesario que escribas un artículo de los tuyos , para subir el ánimo de los aficionados”. Y no tengo más remedio que hacerle caso. Javier Martín Mesa ya ha escrito en este periódico que la Segoviana “se va al diván para huir del miedo a la palabra crisis y sacar a relucir su carácter ganador y rebelarse contra su mala racha”. Ocurrió en Ponferrada lo que he escrito al principio.
No he podido desplazarme de Madrid a Segovia en estos meses de enero y febrero por condiciones físicas adversas y lamento no haber podido pulsar el estado de ánimo de los aficionados. Pero leí en las crónicas del último partido en la Albuera que, al término del primer tiempo del partido con el Osasuna B, hubo por primera vez “división de opiniones” entre los mismos, aunque no se repitieron al salir los jugadores para disputar el segundo. Con la alegría y entusiasmo que nos causó el ascenso a la Primera Federación, tenemos que aprender de las derrotas para no sumergirnos en la duda y en la resignación por estas derrotas seguidas tan duras y abultadas que han llevado al equipo a puestos de descenso.
Doy por descontado que entre la Directiva, los jugadores, el cuerpo técnico y los patrocinadores se ha hecho piña y reina la unidad más sincera para revertir la situación. Por lo que tampoco puede faltar en ningún caso es la unidad, la energía y la fortaleza que tenemos que proporcionar los aficionados al equipo desde las gradas. El aval de los aficionados es la mejor garantía para que los jugadores con nuestro apoyo encuentren las mejores decisiones desde su capacidad técnica, aunque, en muchos momentos, puede ser limitada. Los aficionados tenemos que demostrar la unidad de todos como si fuera el último aliento hasta el último minuto de los encuentros que se disputen en el campo de la Albuera y fuera de ella.
Me presta algunas palabras de sus poesías nuestro Antonio Machado para que todos los seguidores de la Segoviana renovemos y aumentemos nuestro entusiasmo:
Para seguir en Primera Federación, / lo que importa es caminar;/ para permanecer en esta categoría, / por todas partes, (como a Roma),/ por todas partes se va./ El acueducto romano segoviano/ -canta una voz de mi tierra por el querer que nos tienen/ mostrad fortaleza y unidad, entusiastas aficionados. / Segovia y su provincia/ se merecen un equipo en esta categoría, para que la ciudad sea reconocida/ como una granítica roca viva.