El Aula de San Quirce acogió el pasado sábado 22 de febrero, un encuentro entre el hispanista Ian Gibson y el periodista y escritor Juan Cruz, en el marco del acto académico organizado por la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce y el Instituto Cervantes con motivo del 86º aniversario del fallecimiento de Antonio Machado.
La conversación, que fue atendida por más de doscientas personas, versó sobre la figura del poeta explorando los aspectos más íntimos de y trascendentales de su vida, así como el impacto de su obra en la literatura y la historia contemporánea de España.
Juan Cruz empezó el diálogo con la frase que abre el libro de Gibson titulado ‘Los últimos caminos de Antonio Machado’: “Todo se acaba a las tres y media de la tarde del 22 de febrero de 1939”. Es la fecha de la muerte de Machado en Colliure.
Por su parte Gibson, destacó la importancia de Segovia en la vida de Machado y recordó cómo la ciudad del Acueducto no solo fue un lugar de paso, sino un espacio donde el poeta encontró inspiración y amor. “Aquí, en Segovia, dio lo mejor de sí”, afirmó Gibson, que subrayó la conexión del autor de Soledades con la tierra castellana y su relación con figuras como Miguel de Unamuno, cuya admiración mutua dejó huella en ambos.
El biógrafo de Machado se mostró emocionado, “Es un privilegio estar aquí hoy, hablando de alguien que ha sido tan importante en mi vida”, confesó. El diálogo concluyó con un emotivo reconocimiento a la lucha del poeta durante la Guerra Civil, así como a su lealtad a los ideales de libertad y democracia. “Me emocionó conocer que Machado nunca dejó de combatir. No lo hizo con las armas, obviamente, pero sí con la pluma. Machado luchó con la pluma hasta el final. Yo me quedo con su lealtad a los ideales que su familia había defendido y su valentía”, señaló Gibson.
HOMENAJE POPULAR
Además del académico, Machado recibió un homenaje popular en la Casa-Museo Antonio Machado, en la que se congregaron decenas de personas. Entre ellos alumnos de varios colegios e institutos de la capital, que participaron en el acto recitando versos en el patio delantero de la antigua pensión de la calle Desamparados, donde residió el poeta durante su estancia en la ciudad.
Un acto que como bien apuntó el académico coordinador del acto, Juancho del Barrio, “se organiza solo”, pues son innumerables las solicitudes para participar en él recitando o interpretando los versos del poeta.
El acto contó también con la presencia de algunos poetas segovianos y representantes políticos de la ciudad, entre ellos el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Juan Carlos Monroy, que compartió la ofrenda floral delante del busto de Machado situado en el mismo jardín con el director de la Academia, Pablo Zamarrón. Monroy recordó el influjo que las ciudades donde habitó ejercieron en Machado, entre ellas Segovia. “Ninguna de ellas son lo mismo tras leer la poesía de Machado”, dijo. Por su parte, Zamarrón agradeció la nutrida asistencia de fieles devotos del poeta en un día «tan especial» para la Academia. n
