Un punto de dieciocho posibles en un comienzo de 2025 increíblemente negativo ha sumido a la Gimnástica Segoviana en una profunda crisis a falta de catorce partidos para la conclusión de la competición en la Primera RFEF.
Y es que los resultados negativos han terminado haciendo mella a la confianza del conjunto azulgrana, un hecho que afecta mucho más a la Segoviana que a otros conjuntos por el estilo de juego que practica el equipo, porque con la presión alta que pone en liza Ramsés y el juego abierto en busca del área se necesita que el futbolista tenga confianza plena en sus posibilidades, algo que frente al filial rojillo no se pudo apreciar más que en determinados jugadores.
CRISIS ES OPORTUNIDAD
Y por ese lado es por donde puede estar la clave de la recuperación gimnástica. El miedo a la palabra crisis no aporta nada bueno, y hay que entender que, como apuntaba Miguel Rodrigo, uno de los entrenadores históricos del Caja Segovia de fútbol sala, “crisis significa oportunidad”. Y los jugadores de la Segoviana se encuentran ante una buena oportunidad para sacar a relucir el carácter ganador y rebelarse contra la mala racha que se prolonga desde hace demasiados encuentros.
De momento, esa rebeldía se vio a cuentagotas en algunos jugadores durante el partido frente al Osasuna Promesas, pero faltan todavía algunos compañeros que subirse a esa ola. El ejemplo de Rodrigo, de Farrell o de Gómez y Marcel Céspedes saliendo desde el banquillo se unió al de habituales como Fer Llorente, Silva o Rubén. Porque puede haber, y de hecho hay, partidos buenos y malos, pero se está notando demasiado el déficit de confianza en varios futbolistas de la plantilla gimnástica.
“Las hemos pasado mucho peores y hemos salido adelante”. Ramsés, buen conocedor de la historia de la Segoviana, tiene aún un poderoso mensaje que enviar a la plantilla, que más allá de entrenar bien (que también) necesita de un buen resultado para recuperar en parte esa confianza que tenía en la primera vuelta, y que ha perdido en la segunda de una manera tal que el resto de competidores le están pasando por la derecha y por la izquierda.
LA AFICIÓN SIGUE FIEL
Por primera vez en toda la temporada, el campo de La Albuera vivió una división de opiniones al descanso del encuentro del pasado domingo. Y no es la de la Segoviana una afición especialmente exigente con el equipo, y menos en una categoría en la que ha calado hondo el mensaje de que sólo se puede pelear por la permanencia, pero los pitos del descanso reflejaron el disgusto de la parroquia gimnástica con el juego que estaba desarrollando una Segoviana que no estaba dando la sensación de que estuviera compitiendo de verdad por el partido. Pero ese toque de atención duró exactamente el tiempo que tardaron los futbolistas en entrar en el vestuario, porque en cuanto salieron de nuevo al campo el apoyo fue constante.
RECUPERANDO EFECTIVOS
A la espera de que la semana de entrenamientos no pase factura física a los jugadores, la lista de bajas de la Segoviana para el partido del domingo ante la Ponferradina tendrá solamente un nombre, el de Fernán Ferreiroa, puesto que Sergi Molina entró en la convocatoria frente al Osasuna. Una buena noticia para un equipo azulgrana muy necesitado de ellas.
