Pocos equipos tienen la pegada frente al arco rival de Bayern Múnich y Barcelona, que hoy disputarán en el Allianz Arena el primer asalto de una explosiva semifinal de la Liga de Campeones. Ambos contendientes son los máximos exponentes del fútbol moderno, el que aúna la obsesión por la táctica, la presión y el control con el gusto por la pelota, la inspiración y la espontaneidad.
Su doble compromiso por un lugar en la final del próximo 25 de mayo en Wembley será uno de los mejores espectáculos futbolísticos que pueden verse en la actualidad en el mundo: el equipo que ha dominado la escena en los últimos años frente al que pretende ocupar su lugar.
Una auténtica ‘fiesta del fútbol’, según palabras del capitán bávaro, Philipp Lahm, es lo que espera a los más de 70.000 espectadores que llenarán hoy el feudo teutón.
El Bayern se ha consagrado ya como el campeón más avasallador de la Bundesliga, donde suma, hasta la fecha, un total de 89 goles. Por su parte, el conjunto azulgrana está a un paso de lograrlo en España, donde ha marcado 10 más.
El equipo alemán parece llegar al encuentro en mejor condición, más afinado y con sus mejores hombres en plenitud, pero su rival es un viejo león que siempre saca las garras en el momento preciso. Además, salvo sorpresa de última hora, el argentino Leo Messi estará mañana en el once inicial del conjunto que dirige Tito Vilanova, que busca su quinta ‘orejona’ y la cuarta desde 2006.
Desde que se lesionara en la ida de los cuartos de final ante el Paris Saint Germain, el ‘crack’ sudamericano tan solo ha disputado los 30 minutos finales de la vuelta de los cuartos, en la que tuvo que salir al rescate de su equipo. Desde entonces, durante 12 días, solo fisioterapia y descanso.
«El Barça no es solamente Lionel Messi», advirtió ayer, sin embargo, el técnico del Bayern, Jupp Heynckes, que sabe que sus hombres tendrán mucha más tarea, ya que los catalanes tienen infinidad de armas sobre el césped.
Las mayores dudas sobre la alineación del conjunto ‘culé’ están en la defensa, donde la baja del lesionado Javier Mascherano deja un lugar libre en el centro al lado de Gerard Piqué: el favorito es el joven Marc Bartra, ya que el francés Eric Abidal jugó el pasado sábado su primer partido completo después de un año inactivo debido a un tumor.
El otro duelo por un puesto titular lo librarán David Villa y Alexis Sánchez, las dos opciones para acompañar a Messi y Pedro en la punta de ataque. El resto está claro: la portería para Víctor Valdés, los laterales para Dani Alves y Jordi Alba, y el centro del campo para Sergio Busquets, Xavi Hernández y Andrés Iniesta.
Además, Piqué, Jordi Alba y Song deberán tener cuidado, ya que, si son amonestados, se perderían el encuentro de vuelta por acumulación de tarjetas.
Pese a la fortaleza de los bávaros, los blaugranas intentarán que la eliminatoria se decida la semana que viene en el Camp Nou. Conscientes de la dificultad de asaltar un feudo invicto para ellos, pues nunca han ganado al Bayern a domicilio, el Barça intentará alargar la racha de ocho partidos seguidos sin perder en Alemania.
Mientras tanto, el conjunto local busca su primera Champions desde 2001 después de haber perdido las finales de 2010 y 2012. La única incógnita está en quién sustituirá en el puesto del delantero centro al sancionado croata Mario Mandzukic. El alemán Mario Gómez y el peruano Claudio Pizarro se lo han puesto muy difícil al técnico con sus goles en las últimas jornadas, así que Heynckes aseguró ayer que primero hablará con ellos antes de decidir.
Los otros 10 nombres ofrecen pocas dudas: Manuel Neuer en el arco; David Alaba, Dante, Daniel van Buyten y Lahm en la zaga; Bastian Schweinsteiger y Javi Martínez como mediocentros, y Franck Ribery, Thomas Müller y Arjen Robben justo por detrás del hombre más adelantado.
Con ese bloque, según sus palabras en la rueda de prensa, Heynckes ha jugado el «fútbol más moderno de la historia del Bayern» y, con ese equipo, se enfrentará a la obra de su sucesor en el banquillo bávaro, Pep Guardiola, que ganó 14 títulos al frente del Barcelona hasta que en 2012 lo dejó en manos de Tito Vilanova.
La sombra del extécnico del Barça sobrevolará pues una eliminatoria que probablemente no se definirá hasta el 1 de mayo en el coliseo azulgrana. Mientras Vilanova necesita ‘matar’ al padre, Heynckes quiere poner punto final a su larga carrera en los banquillos con un triplete histórico en Copa y Champions. Un duelo ‘top’.
