La memoria taurina guarda la efeméride de los 30 años de la inauguración de la Escuela Taurina Provincial de El Espinar. Un centro formativo que contó con una sólida estructura, cimentada por el apoyo institucional del patronato formado por la Diputación de Segovia y el Ayuntamiento de El Espinar. Gracias a la unión de ambas administraciones, el centro tomó la denominación legal de ‘Escuela Taurina Provincial’. Inició su andadura de forma oficial el domingo 30 de abril de 1995 bajo la dirección técnica y artística de Faustino Inchausti ‘Tinín’, con 14 alumnos inscritos y una subvención de tres millones de pesetas. En el aspecto formativo, también empezaron a colaborar otros profesionales como el diestro y banderillero José Alfredo Betancourt o alguno de los profesores de la Escuela de Madrid. Los entrenamientos comenzaron a desarrollarse tres días a la semana, mayormente los fines de semana, con clases teóricas y artísticas, sesiones físicas y conocimiento de encastes ganaderos.
El acto protocolario de inauguración transcurrió en el coso espinariego con un tentadero público donde los jóvenes inscritos fueron los protagonistas, que llegó a reunir a “cerca de dos millares de personas”, según detalló el crítico taurino Pablo Pastor en ‘El Adelantado de Segovia’ en la edición del 2 de mayo. Un inicio con nombres que después coparon un sitio relevante en los carteles taurinos sobre todo de la provincia como Rafael Matute, Rodrigo Rincón, los hermanos Del Monte, José Antonio y Juan Jesús, o Miguel Ángel Sánchez, entre otros.
Un encuentro al que asistió el por entonces presidente de la Diputación de Segovia, Atilano Soto, quien resaltó la ayuda de la institución a este proyecto: “Nuestra Escuela Taurina Provincial es obra de todos, aunque la idea naciera en El Espinar. El día de mañana, gentes que nos sustituyan podrán encontrarse con una obra ya cuajada, algo de lo que nosotros podremos sentirnos satisfechos y orgullosos”.
Intervino también el alcalde de El Espinar en esos años, Jesús Olmos, que destacó la labor de los padres de los jóvenes para concretar el proyecto. “La Escuela Taurina Provincial es un hecho, una realidad y ojalá que el tiempo marque una trayectoria positiva y la Segovia taurina pueda contar con toreros de élite”, señaló. Por su parte, Tinín y Felipe Díaz Murillo, director de la Escuela Taurina de Madrid, definieron una línea de apoyo entre ambos centros formativos. Asimismo, entre los asistentes estuvieron el diestro segoviano Andrés Hernando, el empresario Gustavo Postigo, la ganadera Ángela Rodríguez Arce o el novillero Víctor de la Serna -hijo del crítico Vicente Zabala y Peñuca de la Serna-.

En cuanto a la celebración del tentadero participaron nueve de los 14 alumnos, con cuatro becerras de la ganadería espinariega de Hermanos Gómez Pérez. Según relató Pastor en la reseña, “Matute evidenció sus conocidas buenas maneras con vistosos lances y posteriormente excelentes muletazos. Intervino después José Antonio del Monte, que demostró evidentes progresos, estilo personal y decisión. Magníficos redondos, largos y templados. El quite de Matute por naturales, exquisito. Luego, turno para Rodrigo Rincón, valeroso y con entrega. Por su parte, Álvaro de Castro, algo nervioso, debido al hecho de torear ante tanto público. Todos fueron aplaudidos con fuerza y cariño”.
Con la segunda becerra actuaron Rincón, David Muñíz y Ángel Gómez, que esa misma temporada debutó con picadores. La tercera añoja “fue saludada por dos lances y revolera de José Antonio del Monte, que levantaron clamores. Juan Jesús del Monte toreó bien al natural, con estilo y gracia personal. Manuel García, el benjamín del grupo, muy torero, hizo las cosas con gusto y relajo. José Antonio Fernández también dio un estirón en calidad torera. Además, se jalearon los naturales de Muñíz”, contó Pastor.
La cuarta y última becerra la torearon Matute, con “su peculiar estilo y dotes toreras”; Rincón, “muy bien al natural”; y Miguel Ángel Sánchez, con “unas tandas de naturales a pies juntos, componiendo la figura y sin enmendarse: magnífico el alto chaval”. Tras el tentadero, tuvo lugar un almuerzo en el que se nombraron socios de honor de la Escuela Provincial a Ángel García, Francisco Arribas, Hermanos Gómez, Aurelio Sousa, Lope Tablada, Andrés Hernando y Gustavo Postigo, quien prometió una becerrada en El Espinar y otra en Segovia para los alumnos.

Con este centro, numerosos adolescentes aspirantes a ser torero pudieron adquirir conceptos, cumplir una etapa de formación y continuar con un proceso de aprendizaje que ya algunos habían empezado en el Cortijo ‘Cuchareta’, de José Luis Marugán, en la urbanización de Los Cortos de Duruelo. De esta manera, los primeros años contaron con pupilos como Matute, que tuvo una entonada carrera como novillero y tomó la alternativa en el 2000; Rincón, que debutó de corto con apenas 12 años y llegó a ilusionar a numerosos aficionados con su concepto clásico aunque decidió dejar pronto su carrera; el madrileño de origen segoviano Fernando Cruz; Jesús Molpeceres, de Olmedo; Miguel Ángel Sánchez, Alberto Román y David Madroño, de Segovia; José Antonio y Jesús del Monte, hermanos y naturales de El Espinar; o Rafael Ayuso, de San Rafael.

Tras un primer periodo, la Escuela de El Espinar pasó a tener como director al torero Antonio Sánchez Puerto, que permaneció al frente aproximadamente unos 15 años. El centro fue sumando promesas y se incorporaron otros jóvenes como Javier Herrero, de Cuéllar; Carlos García y Joaquín Carrio, de Villacastín; Víctor Barrio, de Grajera; Roberto Gil, Pablo Atienza y Marta de Mingo, de Segovia; Borja Antón, de Los Molinos; Eduardo Polo, de El Escorial; Jesús Martínez, de Cercedilla; Jesús Rodríguez, Alberto Barrero y Jaime Rodríguez, de El Espinar; el brasileño Igor Pereira, de Cantalejo; o la peruana Milagros Sánchez, de Perú.
De todos los nombrados, muchos llegaron a debutar con picadores. La alternativa la tomaron Matute, en El Espinar en el año 2000; Cruz, en Nîmes (Francia) en 2004; Madroño, en Cuéllar en 2007; Román, en Yuncos (Toledo) en 2007; Ayuso, en El Espinar en 2008; Herrero, en Cuéllar en 2010; Barrio en Las Ventas de Madrid en 2012; Milagros de Perú, en Moralzarzal (Madrid) en 2013; Pereira, en Cantalejo en 2023; Martínez, en Cercedilla en 2024; y Atienza en Almazán (Soria) en 2024.

La Escuela de El Espinar dejó de tener actividad en torno al año 2015. Actualmente se encuentran en activo el cuellarano Javier Herrero, que esta temporada cumple 15 años en el primer escalafón, y los jóvenes Pereira y Atienza. Por su parte, Román pasó a las filas de los toreros de plata y actúa a las órdenes de varios diestros; y Ayuso desempeña labores de ganadero, apoderamiento y gestiona importantes ferias taurinas a través de la empresa Espectáculos Marisma.

En el recuerdo permanecen Víctor Barrio y Carlos García. El primero pronto comenzó a destacar tras dar sus primeros pasos en la Escuela de El Espinar. De novillero alcanzó un nivel tan alto que fue alcanzó la primera posición del escalafón con picadores en el año 2011 tras pisar plazas como Madrid, Sevilla, Bilbao, Valencia, Córdoba, Santander, Palencia, Salamanca o Albacete; y después de tomar la alternativa y pasar por un periodo de reducción de contratos volvió a conseguir poner su nombre en boca de los aficionadas con sus actuaciones, sobre todo, en la madrileña plaza de Valdemorillo. García, por su parte, fue un respetado novillero, un apasionado del mundo del toro, del campo y de la profesión y un atento compañero de profesión.
