Continúa el tira y afloja por el pacto de la enseñanza en España. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, opinó ayer que algunas de las propuestas del PP están ya en la mesa de análisis para la consecución de un pacto educativo, otras abren debates nuevos y las hay que son «más de programa electoral». Además, consideró un honor que los populares, que aceptarían con matices la EpC, piensen que se puede dialogar con él, pero recalcó que la propuesta de acuerdo es un «encargo» del presidente del Gobierno.
Según el dirigente socialista, «no es el tiempo de hacer campaña», sino de ver cuál es la voluntad de aproximar las posiciones en torno a un pacto concreto.
Tras matizar que las propuestas no hay que calificarlas o descalificarlas, sino analizarlas y estudiar los argumentos con que se presentan, mencionó cuestiones como qué tipo de Bachillerato se quiere -el PP aboga por alargarlo a tres años-, si el último año de la ESO debe abrirse más a distintas posibilidades formativas o el concepto de currículum en relación a cómo hacer compatible la cohesión «de todos los sistemas educativos». «Espero que, sobre esas cosas, seamos capaces de encontrar acuerdo, yo siempre confío en el pacto y trabajo por él», señaló.
Gabilondo recalcó que se está en la fase de analizar las propuestas, así que «no hay que alarmarse ni inquietarse» por ellas, sino estudiar cuidadosamente lo que las CCAA plantean y poder elaborar un texto que posibilite un buen consenso con vistas a la conferencia sectorial del próximo miércoles.
Al ser preguntado por el hecho de que el líder del PP, Mariano Rajoy, lo prefiera como interlocutor y no a Rodríguez Zapatero, el ministro pidió todo el respeto que él mismo tiene por el presidente del Ejecutivo: «Yo pertenezco a un equipo de gobierno muy disciplinado, a un proyecto de Gobierno, con unas convicciones que comparto y por eso no caeremos en la trampa de estos halagos».
Sobre la singular norma de la Universidad de Sevilla que permite a los alumnos que copian en un examen la posibilidad de terminarlo para que puedan recurrir el suspenso ante una comisión de docencia, el ministro no quiso entrar en valoraciones de las decisiones universitarias tomadas en función de su autonomía y autogobierno, aunque indicó que, con esa actitud, el estudiante «se engaña a sí mismo».
En este sentido, confió en métodos de examen que no dependan tanto de la memoria y de copiar o no copiar y en fórmulas de aprendizaje innovadoras y de evaluación continua.
Hoy el ministro presentará el modelo de financiación ante los rectores en el Consejo de Universidades: «Será clave en las negociaciones del Pacto Social y Político por la Educación una demanda social determinante que reclama el 92 por ciento de la población».
Mientras, el coordinador económico popular, Cristóbal Montoro, sostuvo que su formación no ha renunciado a ningún principio ni está retrocediendo sobre su programa en relación a la asignatura de EpC, sino que actúa sobre la «realidad que ya existe» de la disciplina, proponiendo un «cambio de contenido» para facilitar la negociación, a la que teme la portavoz de UPyD, Rosa Díez, que advirtió de la posibilidad de que PSOE y PP califiquen como pacto de Estado a «una chapuza» como la que hicieron con la justicia, «donde se limitaron a repartirse el poder».
