Una nueva amenaza se cierne sobre el Santuario de la Fuencisla. En este caso, sobre la cúpula, la parte más alta del inmueble y que podría extenderse al resto del templo. Desde el Obispado de Segovia se ha puesto la voz de alarma y ha pedido al Ayuntamiento de la capital licencia de obras para acometer trabajos de reparación urgente que eviten al menos que siga entrando agua por el interior del Santuario.
En principio se calcula una intervención cuyo coste podría aproximarse a los 40.000 euros.
A su vez desde la sección de Urbanismo del Ayuntamiento se ha presentado un escrito en la Delegación Territorial de la Junta para que la Comisión Territorial de Patrimonio, que se reúne mensualmente, autorice estos trabajos. Al tratarse de un edificio protegido, se precisa la aprobación de cualquier intervención por parte de este órgano colegiado, que celebra sus encuentros en la Sala de Juntas de la Plaza de la Reina doña Juana.
Hasta allí los responsables municipales han enviado informes de los técnicos del Obispado, que han revisado cómo están afectando las filtraciones de agua al inmueble religioso situado junto a la Alameda de la Fuencisla.
Tras detectar humedades y desperfectos en el camarín de la Virgen, los expertos accedieron a la parte superior del inmueble, donde comprobaron que faltaban algunas tejas, otras están rotas o que se han movido por la caída de piedras o por el viento. Esto ha facilitado que el agua se filtre por la buhardilla que cubre la linterna del camarín
En el interior de la cúpula se observa ya el deterioro de algunas pinturas y yeserías. Además se ha comprobado también que la antigua conexión entre el camarín de la Virgen y la casa rectoral se encuentra derruida, de modo que también entra por este hueco el agua procedente de lluvia. Igualmente la humedad es visible en el interior de la sacristía y en otras dependencias situadas en la planta baja.
A menudo se inunda el patio trasero cuando el lodo, excrementos de aves, o las hojas de árboles atascan los sistemas de evacuación de las aguas de lluvia o procedentes de la roca. “Es imprescindible la limpieza regular para evitar el atasco de agua por obstrucción en las evacuaciones”, advierten los técnicos.
Los responsables del Santuario han realizado una primera intervención urgente de limpieza para evitar la formación de balsas de agua. Sin embargo, consideran que la intervención es perentoria.
Fuentes próximas al Obispado señalan que la situación de la zona alta del Santuario es tan crítica que el tejado no soportaría una fuerte nevada este invierno. Por ello han encargado un estudio a expertos.
Dicho informe señala que es necesaria la reparación del tejado del camarín de la Virgen que contemple su sustitución e impermeabilización para evitar la entrada de agua. Se propone el proyectado de aislante con espuma de poliuretano, y la colocación de tejas al estilo segoviano. Igualmente aconsejan restituir el volumen desaparecido de conexión y acceso desde la casa rectoral, el cual evitaría la entrada de humedad de lluvia y daría seguridad a la hora del mantenimiento de la zona. En este caso se trataría de un pequeño cuerpo de obra que podría fabricarse con ladrillo y forjado ligero metálico haciendo de cubierta que también se impermeabilizaría de espuma.
Por último los arquitectos citan como recomendación la limpieza de la zona de patios, para que no se acumule agua que genere humedades interiores.
El importe total de las mejoras supondría unos 40.000 euros, que incluiría la mano de obra y el material, pero sobre todo la colocación del andamiaje, ya que supone instalarlo en una zona que actualmente tiene un difícil acceso.
Como se recordará hace casi diez años (en abril de 2005 se cumplirá una década), que se produjo el derrumbe de la Casa Rectoral situada junto al Santuario. La caída de grandes cantidades de roca derribaron casi por completo la casa rectoral, pero apenas afectaron a la estructura del Santuario. La Casa Rectoral se terminó de reformar en 2011.
