Un ejercicio de resiliencia fue suficiente para que la Gimnástica Segoviana levantase en la segunda parte un 2-0 adverso y rescatase un meritorio empate en su visita al Johan Cruyff frente al Barcelona Atlètic que sirve al equipo gimnástico para decir adiós a una racha negativa de cuatro derrotas consecutivas y sumar así su primer punto de 2025. Paso a paso.
Desde la estrategia, Ramsés Gil, con las significativas bajas por lesión tanto de Sergi Molina como de Fernán, introdujo hasta cuatro variantes respecto al once que cayó hace siete días frente al Tarazona dejando en el banquillo a Manu, Hugo Marcos, Hugo Díaz y Tellechea. Así, Carmona volvió a ejercer como guardameta, con Rubén Yubero y un Juan Silva que volvía tras sanción como laterales, pareja de centrales formada por David López y un Abel Pascual en la misma tesitura que Silva, centro del campo para Juan de la Mata junto a Fer Llorente y un Borrego que regresaba al once, bandas para Berlanga y un Josh Farrell que debutaba como titular con la elástica gimnástica y arriba para el gol Diego Gómez.
Una puesta en escena ante la que, pese al escenario imponente, no negoció su estilo. Atrevida, valiente y sin complejos, la Segoviana aceptó discutir la pelota al filial azulgrana, de tu a tu, a tumba abierta, pero su descaro no tuvo premio. De hecho, fue castigo. Porque tras dos primeros acercamientos azulgranas, esta vez vestida de celeste, con un saque de esquina y un primer disparo de Juan de la Mata desde la frontal del área que se marchó desviado de la portería de Kochen, fue el Barcelona Atlètic quien golpeó primero.
GUILLERMO HURGA EN LA HERIDA
Recién cumplido el minuto cinco de partido y, en la primera llegada del equipo local sobre la meta gimnástica, el equipo de Albert Sánchez encontró oro. Desde el costado izquierdo, Dacosta ganó el duelo a Juan Silva y, tras una primera parada de Carmona y una posterior acción de Abel Pascual bajo palos, el balón cayó muerto sobre Guillermo que, a bocajarro, ya sí tumbó el planteamiento inicial segoviano con el 1-0.
Un bofetón al mentón que, aún así, no cambió la carta de presentación gimnástica que, más allá de bajar la cabeza, siguió picando piedra y cerca estuvo de tener recompensa, primero con un centro con música de Rubén desde el costado izquierdo que el cabezazo de Fer Llorente se marchó a escasos centímetros de la escuadra azulgrana y, acto seguido, con un disparo algo manso de Berlanga que detuvo Kochen sin problemas. Dos nuevas intentonas gimnásticas sin éxito ante un Barcelona Atlètic que, a pesar de estar algo apático con pelota, dejó en evidencia la falta de colmillo segoviano. Así, en la segunda que tuvo, no volvió a perdonar. Dos de dos. El culpable, Toni Fernández que, con un disparo ajustado y potente a partes iguales hizo inútil la estirada de Carmona para poner aún más tierra de por medio. 2-0.
Una importante losa que llevó a las dudas a la Segoviana, pero no a su falta de hambre puesto que se lanzó sobre la portería de Kochen en busca de recortar distancias antes del descanso. Y es que, hasta dos fueron las claras ocasiones de gol de las que gozó el conjunto de Ramsés Gil, pero primero Diego Gómez en el área pequeño e instantes después Farrell con un remate cruzado no estuvieron acertados permitiendo al Barcelona Atlètic llevarse al paso por vestuarios una diferencia quizás excesiva para lo ofrecido sobre el Johan Cruyff.
Tras el reposo,la hoja de ruta gimnástica no cambió y, al final, su insistencia tuvo premio. Hasta empatarlo. Con fortuna, orgullo y fe. Porque tras un nuevo fallo de Farrell prácticamente libre de marca en el corazón del área con un disparo manso a las manos de Kochen, un saque de esquina botado por Fer Llorente se lo metió Rubén López en propia portería para poner el 2-1 y llevar la esperanza a la Segoviana. Dicho y hecho.
SILVA RESCATA A LA SEGO
A través de una nueva ventana de cambios en la que Ramsés Gil introdujo de una atacada a Hugo Díaz, Céspedes (que debutaba) y Rodrigo Sanz a falta de 20 minutos para el final, fue precisamente por las botas del ‘16’ de las que nació el empate gimnástico con un centro raso al segundo palo dónde apareció Juan Silva sin piernas azulgranas de por medio para, a placer, mandarla a guardar y sacar a relucir todo el orgullo gimnástico. 2-2.
Dos zarpazos para equilibrar la balanza que llevaron las dudas a un Barcelona Atlètic que, en su recta final, se protegió desde la pelota y le inyectó cloroformo a una Segoviana que, para entonces, ya medía esfuerzos innecesarios aunque sin renunciar al ataque sostenida por los Abel Pascual, David López y Céspedes achicando desde la defensa cualquier atisbo azulgrana. Así, al filo de la navaja, el duelo fue agonizando a un acierto o error de cualquiera de ambos y que, finalmente, no se dio ni en Barcelona Atlétic ni Segoviana para dejar unas tablas definitivas que, con la clasificación en la mano, permite a los dos volver a sumar, pero no escaparse del abismo del descenso.
En clave gimnástica, este punto en el Johan Cruyff, más allá de la tabla, deja un sabor más dulce respecto a las sensaciones, pues lleva a la Segoviana a poner fin a su crisis inicial de año y quién sabe si puede suponer un punto de inflexión de cara al segundo y decisivo tramo de la temporada. De momento y como oportunidad de comprobarlo, Osasuna ‘B’ en la próxima parada en La Albuera.
