El portero del Real Madrid Íker Casillas envió ayer un mensaje de ánimo al madridismo para remontar la eliminatoria de semifinales de la Champions ante el Borussia Dortmund, cuya vuelta se disputa el próximo martes, y apeló a «morir en el campo» porque este club «no se cansa de las grandes gestas» que sirvieron para construir «la magia» de las noches europeas en el Santiago Bernabéu.
«Las sensaciones no fueron buenas y un 4-1 siempre es doloroso. Hay que morir en el campo porque puede haber una final en Wembley. Tenemos una oportunidad más, estamos dolidos y molestos y deseamos que llegue el martes cuanto antes», indicó el meta, que comprendió «perfectamente» las palabras de Sergio Ramos tras el encuentro, en las que criticó la «falta de actitud», empezando por él mismo.
«Estoy de acuerdo. El día anterior vimos por la tele un 4-0 y sabíamos que nos podía pasar. Esa actitud la vamos a cambiar y demostraremos que podemos ganar al Borussia en nuestro campo. Este club no se cansa de hacer grandes gestas», añadió el capitán ‘merengue’, que bromeó en una presentación de sus nuevos guantes. «Estos son los que utilizo, pero me los pongo solo para entrenar», dijo entre risas.
Volviendo al rival europeo, el mostoleño recordó que ya conoce estas situaciones en la ‘casa blanca’. «Tenemos que animarnos entre todos y pensar ya en el martes. Quiero hacer un llamamiento a la afición para que nos ayude a conseguir el resultado que nos hace falta en el Bernabéu. Queremos que los aficionados se dejen el alma porque el equipo también lo va a hacer», añadió.
«El Borussia hizo un gran partido y fue el justo vencedor, aunque con un marcador elevado para nuestros intereses, pero aún quedan 90 minutos y trataremos de remontarlo. Comprendo a esos hinchas que no cenaron y a los que viajaron hasta tan lejos para no tener recompensa. Tenemos días malos, pero también buenos, como tantas otras veces en la historia del club», aseveró un Casillas quien siente «una oportunidad perdida cada año que pasa» y no vuelve a jugar una final de la Liga de Campeones.
En relación al derbi ante el Atlético de mañana, el arquero pidió a sus compañeros «cambiar el chip» pero «sabiendo que el partido más importante es el de la semana que viene. El calendario es caprichoso y se nos ha dado así. Llevan 14 años sin ganarnos y querrán la victoria», apuntó.
«Además, este choque puede ser un buen test para la final de Copa, aunque no creo que sea decisivo para algo», indicó Casillas, que esquivó las preguntas sobre su titularidad en próximas citas. «Los nombres no importan, ahora lo más importante es el equipo. Quiero pensar igual que antes de la lesión. Por encima de Casillas está el club. Esto es lo más importante, que el Real Madrid siempre gane», finalizó.
Además, el internacional aseguró que mantiene una «relación cordial» con Mourinho, quien dice la verdad y «es honesto», además de explicar que se «encuentra en condiciones de jugar», aunque la decisión «corresponde a otra persona».
«Nuestra relación es cordial. Por encima de ambos está la entidad. La relación personal ya la explicó Xabi Alonso en su día. Siempre estoy a disposición de jugar, pero el que decide es otra persona. No soy yo quien me pone de titular», manifestó.
El futbolista blanco, que ejerció más que nunca su condición de capitán, reconoció que arde en deseos por volver a jugar. «Si tengo un partido lo aprovecharé al máximo. Soy como un chaval joven que quiere debutar. No desisto de seguir y ayudar. Me entreno tan fuerte para apretar a Diego López, del que solo tengo buenas palabras», añadió
«Estoy bien, estoy trabajando a tope y esforzándome mucho. Es cierto que es un momento difícil para mí. Ahora me toca estar animando y apoyando al equipo desde el banco. Sé que tengo que esperar una oportunidad. Diego lo está haciendo muy bien y tiene todo el reconocimiento del vestuario», apostilló el meta, que no juega a pesar de estar ya recuperado.
Además, Casillas evitó pronunciarse sobre su futuro si Mourinho continúa en el club de Chamartín. «Solo pienso en el Real Madrid, en pasar esa eliminatoria del próximo martes juegue quien juegue. Estoy dispuesto a seguir dando muchas más alegrías a la gente», finalizó el meta ‘merengue’, que aseguró que no se ha sentido «decepcionado» por sus compañeros durante los tres meses de lesión.
