La Fiscalía francesa confirmó ayer la muerte de Abdelhamid Abaaoud, el islamista belga al que se considera el cerebro de los atentados de París en los que murieron 129 personas el 13 de noviembre. El miliciano de Estado Islámico fue “formalmente identificado”, indicó la Fiscalía en un comunicado, confirmando así que falleció durante el asalto al apartamento en Saint Denis, en los alrededores de París, en el que se sospechaba que estaba esconcido.
La identificación del cuerpo, que fue hallado en el interior después de que una mujer —presuntamente prima de Abaaoud— se inmolara “acribillado de impactos”, fue posible “tras la comparación de muestras salibares”, aclaró la Fiscalía. El diario estadounidense ‘The Washington Post’ ya había anunciado el miércoles la muerte de Abaaud, pero las autoridades francesas no lo habían confirmado hasta ahora. En la rueda de prensa ofrecida el miércoles por la tarde, el fiscal de la República, François Molins, había indicado que los dos cuerpos que había en el interior del apartamento estaban muy dañados y su identificación era difícil.
Francia, que ha solicitado una reunión extraordinaria de los ministros de Justicia e Interior europeos, considera “urgente” que Europa se organice frente a la “amenaza terrorista”. “Hay que responder rápido y fuerte”, reclamó Cazeneuve, que ha instado a “ensar en todas las víctimas del terrorismo” El ministro galo reclamó la entrada en vigor de un PNR para compartir datos sobre pasajeros, el refuerzo de las fronteras exteriores y una mayor coordinación para combatir el tráfico de armas. Cazeneuve confía en que los Veintiocho avancen hacia una “toma de conciencia colectiva”.
Sobre la posibilidad de que Francia tuviese constancia de antemano de la presencia en el país del ‘cerebro’ de los últimos atentados, el titular del Interior aseguró que no disponían de ninguna información sobre su posible llegada a Europa. De esta manera continúan las investigaciones sobre los atentados.
