Jesús Vidal Chamorro asumió su cargo como nuevo obispo de Segovia en un acto lleno de significado espiritual. La ceremonia, una misa celebrada en una abarrotada Catedral con centenares de feligreses, estuvo marcada por un mensaje de acogida sintetizado en la afirmación: “El Señor acoge en su Iglesia a todos, todos y todos”.
El acto de toma de posesión tuvo un actor principal en la figura del nuevo prelado, que estuvo acompañado por el presidente de la Conferencia Episcopal Española Luis Argüello, así como por 40 obispos titulares, auxiliares y eméritos de toda España, además por cinco cardenales, entre los que se encontraban el arzobispo de Madrid José Cobo y los eméritos Carlos Osoro y Antonio María Rouco Varela, así como el primer consejero de la Nunciatura Apostólica del Vaticano en España, Roman Walczak, que vino a Segovia en lugar del nuncio Bernardito Auza, ausente por compromisos previos.
De igual modo, monseñor Vidal contó con el apoyo de sus dos últimos antecesores en el cargo y hoy obispos eméritos de Segovia Ángel Rubio y César Franco.
También asistieron representantes de instituciones locales y autonómicas, encabezados por el alcalde de la ciudad, José Mazarías, el presidente de la Diputación Provincial, Miguel Ángel de Vicente,y el consejero de Movilidad y Transformación Digital de Castilla y León, José Luis Sanz Merino.
En su homilía, Vidal insistió en que “el Señor acoge en su Iglesia a todos, todos, todos, como le gusta subrayar al Papa Francisco”. Estas palabras, inspiradas en el pontífice, dieron el tono a un discurso inclusivo centrado en la misericordia, el perdón y la universalidad de la llamada de Cristo.
«TODOS NECESITAMOS SER SANADOS»
Las primeras palabras de Jesús Vidal como obispo marcaron la posición de la Diócesis de Segovia, recientemente envuelta en una polémica después de que el alcalde de Torrecaballeros, Rubén García de Andrés, denunciara que el párroco del municipio, que también oficia en Basardilla, negó hace pocos días la comunión a cuatro feligreses por su orientación sexual.
En respuesta a la petición del PSOE de terminar con la discriminación por orientación sexual en la Iglesia segoviana, el Obispado de Segovia explicó en un comunicado que, “siguiendo la normativa de la Iglesia universal sobre la recepción de la Sagrada Comunión, (el párroco) se vio obligado a negar la comunión a personas del mismo sexo que viven según el modo matrimonial, lo cual puede ocurrir también entre personas heterosexuales sin vínculo matrimonial”.
Vidal recordó que “la alegría del Evangelio nace precisamente de reconocer que todos necesitamos ser sanados y hemos encontrado al médico, Jesucristo”. Además, subrayó que en el reconocimiento de la vulnerabilidad y la necesidad de salvación se halla “la verdadera fuerza del amor de Dios”.
LA IGLESIA, LUGAR DE ACOGIDA
El nuevo obispo destacó que el perdón y la reconciliación son fundamentales en la vida cristiana e invitó a los fieles a acoger a quienes sufren y a tender la mano a los heridos o excluidos. Aseguró que en Cristo se encuentra la fuerza para hacerlo y citó las palabras de Jesús: “No necesitan médico los sanos, sino los enfermos”, resaltando que la Iglesia debe ser un lugar de acogida y sanación para todos los que reconocen su necesidad de redención.
El obispo Vidal situó su mensaje de inclusión en el marco del Año Santo Jubilar que acaba de iniciarse. Invitó a los presentes a mirar con compasión a quienes enfrentan diversas formas de sufrimiento y a ofrecerles ayuda desde la fe.
En su primer mensaje como pastor de la diócesis, el nuevo prelado de Segovia se comprometió a caminar junto a los fieles, construyendo una comunidad basada en la fraternidad, el cuidado mutuo y la defensa de los más vulnerables.
PROFUNDAS RAÍCES CRISTIANAS
Jesús Vidal estuvo acompañado por el arzobispo metropolitano de Valladolid, Luis Argüello, y el administrador apostólico saliente, César Franco, El nuevo obispo llegó al templo por la emblemática Puerta del Perdón, donde fue recibido por el Colegio de Consultores y el Cabildo Catedral, a quienes saludó con un beso al Lignum Crucis y los asperjó con agua bendita antes de dirigirse en procesión a la Capilla del Santísimo para un momento de oración.
Durante la ceremonia en el Altar Mayor, César Franco, ahora obispo emérito de Segovia, dio una cálida bienvenida a su sucesor y destacó las profundas raíces cristianas y la esperanza de la comunidad segoviana, pese a los retos de la secularización y el envejecimiento de su población.
Por su parte, Luis Argüello destacó el lema episcopal de Vidal, ‘Sed tengo’, como inspiración para su misión pastoral. “Que te acerques a esta fuente que emana y corre, aunque a veces parezca que se hace de noche”, expresó el arzobispo, evocando las palabras de San Juan de la Cruz, una figura clave en la espiritualidad castellana.
Posteriormente, el canciller de la Diócesis ha leído las Letras Apostólicas para culminar el rito de la toma de posesión con dos momentos cargados de simbología. En primer lugar, don Jesús ha tomado posesión de la Cátedra, sentándose en la que ya es su sede, recibiendo la mitra y el báculo.
