El Turégano tiene en el día de hoy ante sí la oportunidad de firmar su mejor primera vuelta en su paso por la Regional de Aficionados en un nuevo compromiso que llevará al equipo de Guille Duque a arrancar el nuevo año recibiendo la visita en El Burgo del Rayo Abulense. Una oportunidad de oro para que el equipo segoviano arranque el año de una forma inmejorable y, de paso, ponga fin a una dinámica agridulce con la que cerró un 2024 en la que encadenó tres encuentros consecutivos sin vencer con el último empate en el derbi frente al Coca.
“El equipo se encuentra con energías renovadas después de este 2024 tan intenso y deseando que el 2025 venga lleno de alegrías y, para ello, hemos puesto mucho empeño de cara a este primer partido”, asegura Duque antes de recibir a un Rayo Abulense ante el que “queremos imponer un ritmo alto para generar ocasiones porque ahí estará el partido ante un rival muy ordenado que viene de ganar y no encajar en el último partido”.
Clasificado en cuarta posición en la tabla con 27 puntos, a uno de Numancia ‘B’ y Calasanz de Soria, el Turégano tiene sobre la mesa la ocasión de cerrar un primer tramo inédito en su estancia en la liga en cuanto a puntos, por lo que Duque lo considera un “balance positivo, aunque tenemos que mejorar tanto el rendimiento en césped artificial como el no encajar en casa por acciones evitables para sacar más puntos”.
«¿El ascenso? El objetivo del club es hacer todo lo posible para ganar cada partido»
Así, el entrenador segoviano, que dejó de lado el verde para coger las riendas del equipo en febrero del año pasado, se mostró autocrítico a la hora de hacer balance durante los once meses en el cargo y en los que el Turégano, además de mantenerse este curso en la parte alta de la tabla, pisó nuevamente los playoffs de ascenso el curso pasado en los que cayó en semifinales ante el Atlético Mansillés.
“Respecto a lo personal, no estoy satisfecho con los resultados, pero si con el proceso. Cada día, desde que estoy como entrenador, hemos formado un grupo de trabajo y cuerpo técnico, del cual, no puedo estar más agradecido. También hemos logrado un equipo reconocible en el juego que logró la temporada pasada llegar a quedar entre los tres primeros y, el cual, está temporada ha desplegado buen nivel en muchos contexto”, comenta Guille Duque que, en su primera andadura en los banquillos, añade que «he aprendido mucho de mí mismo cuáles son mis puntos fuertes y débiles como entrenador y, claramente, lo que más me ha sorprendido es lo rápido que han entendido mi idea en el vestuario y lo bien que la han llevado a cabo. Por eso mismo, ahora tenemos mucha hambre y queremos ser capaces de superar nuestro propio desempeño”.
De esta manera y, desde el cartel de candidato mínimamente al playoff de ascenso, el Turégano afronta el tramo decisivo del curso en el que para Duque “nuestra única obligación es mantener muy alto el nivel de exigencia. En cuanto lo bajamos somos vulnerables, por tanto, nuestra responsabilidad implica no creernos mejores que nadie y trabajar mucho para acabar la temporada lo más arriba posible”.
