Muy esperada era la visita del candidato del PSOE a La Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba, a tierras vascas. Las referencias a ETA habían sido obviadas hasta ayer por el dirigente progresista, debido al acuerdo al que había llegado con el líder del PP, Mariano Rajoy, a fin de no hacer campaña a los abertzales. Pero el pacto se rompió, así como la promesa de hace casi un mes del presidente Zapatero de no dar pasos, en lo que a la negociación se refiere, antes del 20-N. Y es que el exministro del Interior, cuya gestión coincidió con el chivatazo del bar Faisán, presentó su proyecto para «asegurar la paz», pidiendo el voto a los vascos.
Tras destacar la necesidad de que los demócratas actúen desde la «unidad» en esta materia, recordó que los socialistas «han tragado mucho» por mantenerla.
Acompañado por el ministro de Presidencia y candidato por Álava, Ramón Jáuregui, y por el lehendakari y secretario general del PSE-EE, Patxi López, el aspirante progresista, que confesó ser «un pedigüeño» de sufragios, expresó su «alegría» por estar en Euskadi y, en referencia a la visita que realizó a San Sebastián tras el anuncio del cese definitivo del terrorismo de ETA, aseguró percibir entre los socialistas vascos la misma satisfacción, aunque «más reposada».
Además, se dirigió a Natividad Rodríguez, viuda del dirigente del PSE asesinado en 2000 por ETA Fernando Buesa, que asistió al acto, para agradecerle su apoyo.
Víctimas
El exvicepresidente primero subrayó también que siempre hay que tener en cuenta a las víctimas del terrorismo, y recordó que «siguen sufriendo». Tras afirmar que antes era el resto de España el que podía ofrecer un modelo de libertad al País Vasco, «ahora es éste y su estructura económica el que ha de servir de referencia para la Economía nacional».
Uno de sus teloneros, el lehendakari, Patxi López, reprochó al PP no tener la «gallardía» de pedirles perdón por asegurar que habían «traicionado a los muertos» al «arrodillarse ante ETA» -una frase de Rajoy en el debate de 2008-, cuando se ha conseguido «acabar con el terrorismo sin concesiones».
Lasa y Zabala
Resultó sorprendente que Jáuregui no saliera a la palestra. Quizás permanecen en la retina las imágenes, hace ya 16 años, de un parlamentario de HB que vació un saco de cal en su asiento en el Parlamento vasco en protesta por el asesinato de los presuntos etarras Lasa y Zabala.
Eso sí, horas más tarde, y ya lejos del público, sostuvo que el futuro de su líder se decidirá en un congreso del PSOE en caso de perder en los comicios.
Mientras, el expresidente del Gobierno, Felipe González, comentó en Cádiz que Rajoy «no debe ser mala persona, ni para eso tiene temperamento», e insistió en que no puede criticar nada de lo que ha hecho en su trayectoria política «porque no ha hecho nada».
