Un doblete del chileno Alexis Sánchez, los dos primeros tantos del encuentro, propulsó ayer al Barça a una contundente victoria ante el Rayo Vallecano (4-0), en un partido en el que a los de Guardiola les costó arrancar frente a un combativo rival que le sorprendió con un ambicioso planteamiento.
Alexis, ‘el niño maravilla’, resultó fundamental para la suerte del duelo. El chileno firmó su mejor partido de la temporada y marcó los dos primeros tantos del choque, ambos entrando desde la derecha, el primero resuelto con un tiro con rosca y el segundo tras una acción colectiva en la que intervinieron Messi y Xavi.
Sorprendido por un sólido ‘rayito’, los azulgrana salieron aletargados, con la cabeza puesta en la derrota de hace unos días, o tal vez pensando en Madrid o en Japón. Algo inhabitual.
Por eso, la sentencia en la víspera de José Ramón Sandoval: «Puerta grande o enfermería» tuvo toda la vigencia. El técnico del Rayo no engañó a nadie con el dibujo táctico. Revolucionó su once y desde el primer minuto fue a buscar al Barça a su campo y, además, tuvo mucha posesión, algo impensable para un rival de menor entidad y en el Camp Nou.
Los ‘culés’, aún resacosos de su derrota en Getafe, no se encontraban. Fallaban sus automatismos y también la precisión. Las piernas parecían pesadas y ante todas esas noticias negativas solo la genialidad podía encarrilar el choque.
Bueno, el talento natural y la capacidad de Guardiola para encontrar el antídoto a base de cambiar piezas y de aplicar el concepto: prueba-error.
El Rayo sorprendió con dos delanteros (Michu y Lass), aunque Sandoval dejó a sus dos ‘nueves’ en el banquillo. Confiaron los vallecanos en la capacidad para sorprender y no se descompusieron cuando el Barcelona inauguró el marcador, aunque entonces ya habían pasado 29 minutos.
En cuanto los azulgrana encontraron la combinación de la caja rayista, asaltarla fue cosa fácil. Que Guardiola acertó con su intervencionismo quedó patente en los dos primeros goles, obra de Alexis, y en el tercero, cuando Villa, jugando de ‘nueve’ remató el pase de la muerte servido por Alves, por entonces jugando más de delantero que de lateral.
Especialmente inspirado estuvo el chileno Alexis Sánchez. Empezó jugando por la derecha, pero aprovechó el cambio posicional y en la primera opción que tuvo marcó. Controló un balón dentro del área, recortó y la puso al segundo palo del portero Cobeño.
El 1-0, después de 29 minutos, en una de las primeras acciones de peligro del Barça, no dejó tocado al cuadro madrileño, que siguió a lo suyo, aunque con el paso de los minutos, se encogió el acordeón de los vallecanos, que ya no era tan elástica.
Una buena combinación entre Messi y Xavi la aprovechó nuevamente Alexis en el minuto 41 para sentenciar el partido y dos minutos más tarde Villa, en una jugada iniciada por Piqué en la que Alves asistió al asturiano.
En cuanto Leo Messi firmó la obra de arte del partido, en una acción individual en la que se rifó a Javi Fuego y batió a Cobeño de tiro cruzado y el Barça anotó el cuarto, quedó claro que el Rayo saldría corneado y más bien por la «enfermería».
Con el 4-0, Guardiola reservó a Iniesta y Xavi, entraron Cesc y Thiago. Guardó el tercer cambio para que el Camp Nou aclamara a Alexis y su equipo se recreó demasiado en las suertes para incrementar la ventaja.
