El Viveros Herol Nava, guiado por el apoyo incondicional del Guerreros Naveros, despidió el año rescatando un punto frente al Benidorm en un partido que dominó con puño de hierro el equipo de Sergio Carballeira que se fue hasta los seis goles de diferencia iniciado el segundo acto, pero ante el que una reacción navera con el choque agonizando permitió al equipo de Álvaro Senovilla irse con un nuevo punto a un parón navideño al que acude en la parte alta de la clasificación con un amplio margen respecto a su principal objetivo, la permanencia.
Sobre la pista navera, el pleito arrancó con un ritmo alto, pero con ambos equipos erráticos en ataque, con continuas imprecisiones y en el que ni Viveros Herol ni Benidorm eran capaces de hacerse dueño y señor del partido frente a sólidas defensas escoltadas por las figuras de Luis de Vega y Witkowski. Una hoja de ruta que se rompió pasado el minuto diez de partido cuando el portero visitante comenzó a elevar su porcentaje de paradas y que en la ofensiva liderados por Álvaro Valles permitieron al conjunto valenciano una ventaja máxima de cuatro dianas en el ecuador del primer período.

EL BM NAVA NO DA CON LA TECLA
Una coyuntura que obligó a Álvaro Senovilla a solicitar con éxito un tiempo muerto que no tardó en encontrar respuesta. Tanto es así que, el Viveros Herol metió una marcha más en defensa y, bajo el lanzamiento de Borja Méndez desde los seis metros, el cuadro navero logró reducir la brecha hasta los dos goles. Con la balanza igualada, el Benidorm volvió a tomar el mando ante un Balonmano Nava que, de nuevo, se le volvió a bajar la persiana en la ofensiva con un juego en estático incapaz de ser dañino ante la zaga de un Benidorm que lo aprovechó a las mil maravillas para retomar de nuevo una ventaja de cuatro goles con la que se llegó al paso por vestuarios (10-14).
Ya tras el reposo, el descanso no fue medicina para un Viveros Herol que seguía atascado en ataque con Witkowski convirtiéndose en pesadilla navera bajo palos y que, junto al acierto de Sempere, llevaron al Benidorm a los seis goles de distancia. Fue ya sí entonces cuando el equipo navero se echó a hombros de un Isaías Guardiola que, desde la veteranía y el colmillo afilado, volvió a meter al equipo de Álvaro Senovilla en la pomada. Tanto que, con el 15-18 en el marcador, Sergio Carballeira se vio obligado a solicitar un tiempo muerto que sentó mejo al Balonmano Nava que siguió acercándose en el marcador con Nevado y Tioumentsev inspirados.

LUIS DE VEGA, AL RESCATE
Con el paso de los minutos, la réplica navera no llegaba a ser plena como para obrar la remontada ante un Benidorm que encaró los últimos cinco minutos para el final con una renta de tres goles gracias a Witkowski. Una exhibición del portero polaco ante la que Luis de Vega no fue menos y que se erigió como determinante para que, desde su paradas y un Guerreros Naveros que arropó a los suyos cuando las piernas ya no llegaban, el Balonmano Nava fuese capaz de igualar la contienda a falta de un minuto para el final.
Ya desde las pizarras, Benidorm no falló de la mano de Álvaro Vallés y Pablo Herranz, prácticamente sobre la bocina en la última posesión de partido, hizo lo propio para que la fe y resiliencia navera tanto de equipo como de afición tuviese premio con un meritorio empate final con el que cerrar el 2024.
