El Athletic consiguió ayer la victoria contra el Mallorca en un partido vibrante donde los vascos hicieron valer los dos goles de Aduriz y Llorente, lo que les permite certificar virtualmente su presencia en la élite, mientras que el conjunto insular, con este resultado, se empieza a despedir de sus opciones de lograr la permanencia.
El partido, en la primera parte, estuvo controlado por el equipo que dirige Marcelo Bielsa. Con el gol de Aduriz en los primeros compases, los vascos se vinieron arriba, mientras que su oponente aumentó la agresividad del choque y el árbitro entró en juego parando el encuentro por las numerosas faltas. La expulsión de Fontás tras cometer una mano dentro del área provocó un penalti que paró Aouate, anulando el colegiado un gol legal a Muniaín en la continuación de la jugada.
Tras el paso por los vestuarios, el Mallorca, con más actitud que fútbol, quiso acercarse más a la puerta de Iraizoz. En el minuto 47, el juez de línea volvió a anular un tanto legal al conjunto vasco por interpretar que el esférico de Aduriz rebasó la línea de fondo antes de pasarlo e introducirlo en la portería de Aouate.
Bielsa metió en el campo a Llorente en lugar de Aduriz ante la pitada del público al navarro por su deseo de marcharse del conjunto vasco. Los minutos pasaban y el partido, roto por momentos, tuvo una sucesión de ocasiones por parte de ambos conjuntos que no se materializaron en el electrónico.
A falta de 15 minutos la locura se apoderó de San Mamés. El tanto de Llorente subió el 2-0 al marcador, lo que pareció espolear al Mallorca a intentar una heroicidad que estuvo cerca de producirse. Dos minutos después, Giovanni clavó una falta directa en la escuadra que reactivó los ánimos de sus compañeros.
Los minutos finales fueron un asedio del Mallorca en busca del empate, que estuvo a punto de completarse en otra falta votada. Ya en el tiempo de descuento se produjo la segunda expulsión para los visiantes, esta vez a Ximo tras una entrada a Susaeta.
