En el día de ayer, el campo de La Vega de Cantimpalos se engalanó para acoger la 52 edición del Cross, una cita significativa y especial a partes iguales marcada en rojo en el calendario del atletismo tanto a nivel regional como nacional. En esta edición, la carrera popular más longeva de Castilla y León volvió a ser motivo de celebración aliñado con deporte en una jornada que reunió a más de un millar de atletas de todas las edades y desde todos los rincones y que tuvo como actores, aunque no principales, el frío y el viento.

En la prueba masculina, el atleta ugandés Martin Kiprotich se presentó como el máximo favorito al triunfo y cumplió con creces las expectativas, logrando una victoria clara y contundente a partes iguales. Kiprotich, que hacía acto de presencia en Cantimpalos tras haber alcanzado la decimocuarta posición en el último Mundial de Cross y tras conquistar la plata en los crosses de Aranda de Duero y Alcobendas, se mostró en gran forma en una carrera segoviana que dominó con puño de hierro.
En los primeros kilómetros, el atleta africano se situó en un grupo de cabeza compuesto por otros aspirantes a la victoria, como Yahya Aouina, Pablo Sánchez, Abderrahman El-Khayami y Juan Antonio ‘Chiqui’ Pérez, entre otros, pero poco a poco, el martillo pilón de Kiprotich fue suficiente para imponer su alto ritmo y conseguir ir despegándose poco a poco del pelotón.
KIPROTICH IMPONE SU LEY
En la segunda mitad de la carrera, el corredor africano demostró un control absoluto de la prueba y, a falta de una vuelta para el final, tan solo el segoviano Javi Guerra y el marroquí afincado en Soria, Yahya Aouina, lograron mantenerse en su estela. Fue ya en los últimos compases de la carrera cuando Kiprotich aceleró con una zancada imponente, dejando en la cuneta a sus rivales que no pudieron seguir ya su estratosférico ritmo y que le permitió cruzar la línea de meta en solitario con un tiempo de 26:45 con el que se proclamó ganador de la prueba.

La segunda posición fue para Javi Guerra, quien terminó a doce segundos del ganador, y Younes Kniya se colgó la medalla de bronce tras superar a Aouina en unos metros finales en los que se desinfló, dejando así al marroquí en la cuarta plaza.
En la prueba femenina, la baja de la última hora de Sylvia Chelangat, una de las favoritas al triunfo, abrió la competencia y creó un escenario de incertidumbre acerca de quien se llevaría el gato al agua. No obstante, fue la atleta española Majida Mayoouf quien se encargó de tomar las riendas de la carrera y demostrar su nivel en una carrera a la que llegaba con hambre después de que hace una semana escasa en la Maratón de Valencia se quedase a las puertas de batir su propio récord, pero que fue suficiente para sellar su plaza para el próximo Mundial tras su quinta plaza.
MAYOOUF ES IMPARABLE
En Cantimpalos, Mayoouf también cumplió con su cartel de ser una de las claras aspirantes a la victoria y, con un ritmo constante y seguro, ofreció una auténtica exhibición de capacidad y determinación en la que fue poco a poco quedándose en solitario para acabar cruzando la línea de meta con un tiempo de 24:03 que la sirvió para alzarse con el triunfo, superando a la segunda clasificada, María José Pérez, por una renta amplia de más de veinte segundos. La tercera posición fue para Cristina Espejo, quien se mantuvo en la lucha por el podio durante gran parte de la prueba y terminó asegurando su lugar en el trío de cabeza.

FERMÍN CACHO, PADRINO DE HONOR
Uno de los momentos más especiales que se vivieron durante la jornada fue la participación de Fermín Cacho, el histórico atleta y oro olímpico en los 1.500 metros en Barcelona 92. Cacho se convirtió en el ‘Padrino del Cross de Cantimpalos’, una figura creada para rendir homenaje a su legado y su vínculo con el atletismo. Con un ritmo envidiable, el corredor soriano se dio un baño de masas ante los centenares de aficionados presentes durante la jornada.

Este año, la cita también se destacó por su componente solidario. Los organizadores decidieron apoyar a los clubes de atletismo de las comunidades autónomas afectadas por la reciente DANA que provocó múltiples estrágos en Castilla-La Mancha, Andalucía y principalmente en la Comunidad Valenciana. Mediante la recaudación de donativos, la organización buscó contribuir a la recuperación de estas zonas, apoyando a los clubes locales y la práctica del atletismo en regiones afectadas por las adversidades climáticas. La solidaridad se hizo patente en la ceremonia de premiación, donde los atletas valencianos fueron reconocidos de manera especial, y la bandera de la Comunidad Valenciana se convirtió en símbolo visible de este gesto de apoyo y fraternidad.
