Señora directora:
Nos han sorprendido mucho los diferentes argumentos que suscitó aquel alegato sobre la antelación con que se colocan las luces navideñas en las calles de muchas ciudades de nuestro país. Posiciones que sin entrar a criticar nuestros planteamientos aportan nuevas visiones de los ángulos desde donde se puede ver este tema.
Hay referencias a la ilusión, especialmente en el contexto infantil, consideran estos comunicantes que ese mundo de ilusión que acompaña a la Navidad queda bastante mermado viendo los adornos de navidad con dos meses de adelanto. No falta alguna referencia a la religión, en ellas se compara el espíritu humilde que respira el nacimiento del Niño Dios con la ostentación de las celebraciones de estos tiempos, en especial en este derroche sin ningún control de aparatos de hierro y bombillas para iluminar lo ya iluminado.
También nos hablan de la influencia estética negativa de estos adornos en las calles de una ciudad patrimonio de la humanidad, se refieren a la cantidad de horas que estos aparatos cumplen su misión que es alumbrar comparándolo con las horas que están apagadas. Una diferencia desmedida haciendo una cuenta diaria e inmensa si recordamos el tiempo que queda para llegar a Navidad.
Este es el motivo de la última POSTAL PARA LA UNESCO, que hemos editado y enviado recientemente. Curiosamente es una fotografía que nos ha proporcionado un estudiante de arquitectura que está haciendo un trabajo sobre el románico. El estudiante se pregunta qué hace ese “trasto” delante de esa maravillosa muestra del románico que es la iglesia de San Millán. Sobre todo hace incapié en el tiempo que estará en ese lugar. A la vez se pregunta por qué no se recurre a uno de los grandes abetos que tenemos en Segovia para crear un Árbol de Navidad natural, porque si importamos símbolos de otras culturas vamos a hacerlo con clase, nos sugiere un ejemplar magnífico que hay en la plaza de la Merced también con una iglesia románica al lado, Según él se podrían elegir otros muchos lugares y alternarlos , nos recordaba los ejemplares del los jardinillos de San Roque o los muy atractivos de la plaza de la plaza Reina Victoria Eugenia al lado del Alcázar y abundando en ello elogiaba la sutil decoración de las acacias de la elipse de la Plaza Mayor, exquisita cuando las luces están encendidas y casi ocultas cuando no lo están. Algo parecido de podría haber hecho en los alrededores de la iglesia de San Millán en el linde con la avenida del Acueducto, allí hay varios árboles que se podrían haber decorado como se hace en las acacias de la Plaza Mayor.
Agradecemos los otros comunicados con otras visiones del tema que hemos recibido, todos ellos merecedores de un comentario en este escrito, pero nos ha parecido más interesante resaltar las opiniones de ámbito general como el excesivo tiempo que están los aparatos colgados, que las mas particulares que hacían referencia a la dudosa belleza y originalidad de los aparatos luminosos o los que cuestionaban la cantidad excesiva de ellos.
En especial agradecemos la colaboración al estudiante que nos ha proporcionado la foto y sus comentarios, en nuestra opinión muy acertados y sugerentes Aportar ideas es la base de una sociedad moderna y que lo haga un joven es una satisfacción doble.
Escribimos esto el miércoles 27 de noviembre y ya hemos visto el desproporcionado “arco de triunfo” que se ha instalado en el comienzo de la avenida del Acueducto, justo enfrente de nuestro más importante monumento.
Aquí el calificativo “trasto” que utiliza el estudiante se queda pequeño, como se quedan pequeñas las referencias al tiempo que entorpecen la visión del patrimonio o las que les parecía excesiva la cantidad de aparatos y también las que cuestionaban la belleza y originalidad de estos “adornos”. En este caso el tamaño desmedido, la ostentación, el sin sentido, el lujo mal entendido, la pretensión, el derroche, el despilfarro, son las frases que nos viene a la memoria al ver este arco de feria, con una que sobresale sobre ellas y para nosotros la que mejor define el hecho, la más precisa, “no es el lugar adecuado”.
Habrá tiempo de volver sobre el tema, hasta Navidad queda mucho.
Con nuestro respeto les saludamos cordialmente.
F. Berrocal y 110más
