Es una infraestructura sólida, austera, cálida y digna más que lujosa. Así se han referido esta mañana a las instalaciones del campus María Zambrano los arquitectos José Ignacio Linazasoro y Ricardo Sánchez, autores del proyecto de obra, que junto al delegado territorial de la Junta de Castilla, Javier López-Escobar, y al vicerrector de la Universidad de Valladolid, José Vicente Álvarez Bravo, han mostrado el complejo universitario a un grupo de periodistas. Linazasoro ha explicado que la estructura creada responde claramente al concepto de campus integrado donde 3.000 universitarios en distintos turnos compartirán aulario y biblioteca, huyendo del concepto de facultades independientes.
Linazasoro y Sánchez han destacado la existencia de una gran plaza que está abierta a la ciudad y será el punto de encuentro de los universitarios, así como los baldaquinos “suspendidos en el aire” que albergarán la biblioteca. Se trata de diseños y construcciones representativas que tienen valor emblemático para la Universidad y para el conjunto de la ciudad, pero que rehuyen ostentaciones y lujos excesivos, para apostar principalmente por un buen acabado y por dependencias resistentes, prácticas y cómodas, según se ha puesto de manifiesto durante la visita
Aunque los responsables de ambas instituciones han evitado hacer declaraciones relacionas con los plazos de apertura de las dependencias e inicio de la segunda fase que completará el campus, López-Escobar ha indicado que mantienen la previsión de entregar este mes la obra a la Universidad de Valladolid, y Álvarez Bravo ha anunciado que antes de que acabe octubre, “probablemente la próxima semana” serán publicadas en el boletín de la Unión Europea varias convocatorias para contratar el equipamiento de la biblioteca y de las aulas. El vicerrector mantiene la previsión de ocupar el nuevo campus “Maria Zambrano” en el primer semestre de 2012.
