Si formas parte de un equipo, y por cualquier motivo (lesión, sanción…) no has podido formar parte de la convocatoria para disputar un partido, seguramente puedas responder a la pregunta que tantas veces me han hecho: Se sufre más en el banquillo o en la grada? Si sirve de algo mi experiencia…13 de Febrero de 2016. Final del Campeonato de Europa en Belgrado entre España y Rusia, que será recordada como uno de los mejores partidos del combinado español. UEFA limitaba plazas del staff en el banquillo, (FIFA abría el abanico en los Mundiales) por lo que tuve que presenciarlo desde la grada.
Primera parte espectacular: 4-1 con goles de Álex, doblete de Pola con voltereta incluida en la celebración y Rivillos con Bebe de maestro en el saque de estrategia (qué alegría verles de nuevo en la lista de Velasco) y un gol a cinco segundos de Rómulo que mantenía vivo el partido.
En el descanso siempre bajaba al vestuario a oír, ver y callar (maravilloso aprendizaje) pero a la hora de volver a la grada…no pude.
Nadie se enteró. Me quedé solo en el vestuario, puse la televisión que había con música a todo volumen para evitar que el sonido ambiente de los 15.000 espectadores del Belgrado Arena delatara lolo que sucedía sobre la cancha, cerré los ojos…y respiré. Cuando decidí salir pensé que había pasado una eternidad. Mi primera mirada fue hacia el luminoso. Todo iba bien. Esos instantes a solas me dieron la vida y pude disfrutar de lo que quedaba.(más de lo que creía). No volví a la grada sino que haciéndome el tonto me situé detrás del banquillo y para mí era como estar en el cielo.
El resto es historia: Dos goles de Miguelín y otro de Rivillos, casi desde Torrejón, sellaban una victoria coral (7-3) con un espectacular trabajo colectivo. España recuperaba la hegemonía en Europa…y sí, doy fe de que se pasa mucho peor en la grada que en el banquillo.
