En los últimos días hemos podido leer dos noticias en el ámbito deportivo local que nos llenan de satisfacción, aunque inicialmente parece que tienen poco que ver entre sí. Una es un galardón individual concedido a Ramsés como mejor entrenador de la temporada pasada en su grupo de 2ª RFEF. La otra hace mención del ascenso del club Espacio Tierra de tenis a la segunda división nacional por equipos.
Pues bien, en el primer caso, Ramsés está demostrando que su estilo a la hora de afrontar los entrenamientos y los partidos consigue sacar lo mejor de cada uno de los jugadores. Confía en ellos, en sus posibilidades y sabe dar y decir a cada uno lo que mejor le conviene, creando así un buen ambiente en el grupo a través de una sana competencia interna y que se traslada posteriormente al terreno de juego.
En el segundo, el club Espacio Tierra lleva muchos años no sólo fomentando el tenis, sino que ha conseguido que tanto los usuarios como las familias adquieran un sentimiento de grupo afianzado en unas buenas relaciones interpersonales. Sus entrenadores hacen un buen trabajo tanto en las canchas como fuera de ellas, sabiendo ser exigentes, pero a la vez comprensivos con las posibilidades de cada tenista, ya sea de nivel de escuela, competición o veterano. En este contexto destaca la figura de Ángel de Marcos, como estandarte de este proyecto que todavía no ha visto su límite, que además de sus conocimientos técnicos y tácticos conoce métodos y estilos de enseñanza adecuados para transmitirlos.
En ambos casos estamos ante dos entrenadores que entienden que entrenar es también realizar un proceso programado de enseñanza-aprendizaje, por encima de la consecución de los resultados. ¿Será por que los dos tienen la formación de maestros?
