Los peores presagios para la familia de Teodoro González se han cumplido. Hoy se confirmaba que el cuerpo encontrado sin vida en el embalse de Linares del Arroyo, en las inmediaciones de Maderuelo, pertenece al vecino espinariego desaparecido el pasado 31 de julio en la zona de Moral de Hornuez.
Era el domingo por la mañana cuando un senderista daba la voz de alerta al encontrar un cadáver en la zona muy próxima a las Hoces del Río Riaza. Un equipo especializado de la policía judicial y forense se trasladaba hasta el lugar para hacer el levantamiento del cadáver y poder realizar las pruebas pertinentes para determinar la identidad del mismo.
Cabe recordar que Teodoro llevaba desaparecido tres meses, desde el pasado julio, cuando se le perdió la pista en la zona de Moral de Hornuez por donde había salido a pasear, a tan solo 10 kilómetros de Maderuelo, donde se ha hecho el fatal hallazgo. La proximidad a la zona donde fue localizado la última vez, hizo sospechar, en un primer momento, en que el varón encontrado podría tratarse de Teodoro. Aunque desde subdelegación de gobierno apuntaban en un principio a la dificultad de la identificación, debido al tiempo pasado y a las condiciones climatológicas a las que ha estado expuesto, a última hora de esta mañana confirmaban a este medio que el cuerpo sin vida encontrado el domingo correspondía a Teodoro González.
Desde que se le perdió la pista, los efectivos del emergencias del 112 de Castilla y León desplegaron un amplio dispositivo de búsqueda, que incluía un grupo de voluntarios, El Espinar que fueron convocados por redes sociales para ayudar en las tareas de rastreo de la zona de Moral de Hornuez, y salieron desde el municipio en la mañana del 1 de agosto. El lunes 5 de agosto, era la Guardia Civil la que se ponía al frente de la organización del operativo, después de que durante la primera semana la dirección del puesto de mando avanzado estuviera coordinada por la Agencia de Protección Civil y Emergencias de la Junta de Castilla y León. Así desde el cuerpo se previó un plan de continuidad de búsqueda.
Las investigaciones infructuosas hicieron multiplicar las hipótesis y mermar los ánimos de familiares y amigos que veían con angustia como pasaban los días sin noticias del paradero de Teodoro. La última de las batidas fue convocada hace un mes por la Unidad de Búsqueda de la Fundación QSD Global y la Oficina de Desaparecidos del Ayuntamiento de Guadalix de la Sierra (Madrid).
En los primeros momentos la Guardia Civil apuntó a una desaparición involuntaria y no forzada, algo que tendrán que confirmar las pruebas que se realizaran para determinar las causas del deceso, que según trasladan a este medio fuentes oficiales, podría tratarse de una muerte natural.
