Los escolares de Fuentepelayo (en muchos casos, acompañados de sus progenitores) pusieron el broche de oro al Ciclo Literario que ha venido organizando la biblioteca pública de la Fundación Caja Cega / Cajaviva a lo largo del último mes centrado en el costumbrismo en la extinta Castilla la Vieja, y más concretamente en el ámbito de Cantabria. Como colofón a la amplia programación llevada a cabo, y como complemento a la escenificación teatral llevada a cabo por le Grupo de Marionetas de la propia Fundación sobre el descubrimiento de la Cueva de Altamira; gracias a la iniciativa artística de Nati Torrego como responsable técnica de la biblioteca, una treintena de chavales de los primeros niveles educativos conocieron los modos de vida en las cuevas prehistóricas y las huellas plásticas y pictóricas que dejaron perennes en las paredes y techos de dichos refugios.
Los escolares, y también algunas personas mayores, se decidieron a pintar y colorear las siluetas de los animales que más se vislumbran en la cueva de Altamira.
Para llevar a cabo esta actividad, se pusieron en práctica distintas formas de pintura con la utilización de materiales de la propia naturaleza. Se confeccionó un enorme mural usando la pintura de dedos, palos, huesos de animales y otros objetos que causaron sorpresa en los niños/as que participaron en la actividad.
Por momentos se recreó en la biblioteca de la Fundación Caja Cega / Cajaviva un ambiente social más propio de hace millones de años que de la actualidad, para solaz y disfrute de los presentes.
El citado mural de colocó en el propio techo del recinto bibliográficos simulando a la propia Cueva de Altamira para que, durante las próximas semanas, los usuarios cotidianos de la biblioteca disfruten del resultado de sus trabajos para que vean que los esfuerzos también son importantes para desarrollar las capacidades artísticas y para obtener una educación global con aprendizajes significativos.
