Señora directora:
“ Mi buena capa española,/eres la mujer soñada, suave tacto. Labios rojos,/y azules son tús miradas, acariciarte es un gozo,/Tus candiles no me pesan. Y cuando hago el embozo,/tús labios rojos me besan”.
Estos versos sin duda simbolizan el aprecio que muchas personas sienten por la tradicional capa española.
Las numerosas asociaciones que existimos en España, llevamos a cabo, un gran número de actividades en las que se reivindican el uso de esta prenda, que hace apenas medio siglo, era de uso obligado en ceremonias, como peticiones de mano, entierros, bodas, procesiones religiosas, etc…
La importancia de la capa ha sido capital a lo largo de la historia, hasta las costumbre de la iglesia hicieron que la capa viniera a considerarse como una vestimenta honrosa. El arzobispo de Milán asistió en la cruzada en la frontera de Armenia en 1099, por tanto la capa de San Ambrosio, blanca, adornada en oro y pedrería, que posteriormente cayó en poder de los turcos; del mismo modo en la Catedral de Estambúl se conserva como un verdadero tesoro, la capa de Carlomagno, que data del siglo VIII.
“Todas estas referencias históricas, me llevan a hacer una llamada a la reflexión, asegurando que el que de verdad porte la capa sobre sus hombros, recordando a sus antepasados, a su padre, a su abuelo, puede ser sin duda la oración más singular que podemos dedicarles”.
Os animo a todos, a vestir esta honrosa prenda con más asiduidad, ¿porque quién duda de la elegancia de un caballero vistiendo capa y sombrero? Es la característica más acusada y gloriosa de esta prenda, ir con capa por cualquier ciudad del mundo, Roma, donde fuimos recibidos por el Santo Padre. París, Tours, Venecia, etc., etc. Es tanto como proclamar con orgullo muy legítimo, soy español, donde campean el Honor, la Gracia, la Elegancia y el Patriotismo.
La mujer vistiendo capa, con falta, media de color y medio tacón, gana en feminidad y elegancia. Y el caballero traje oscuro y sombrero.
No olvidemos que el desaliño en vestir, infunde desprecio.
Y termino con el siguiente poema:
A los pórticos del cielo,/Pienso llevarla terciada,
Para que San Pedro exclame,/¡Venga ese español, trae capa!
Todo ello para el bien de esta prenda que nos une, que es la capa.
Constancio Ballesteros Matute.
Presidente de honor de la Asociación Cultural “Amigos de la capa”