Tras una ‘crisis’ de cuatro encuentros seguidos sin ganar, el San Cristóbal Nuñez Automoción recobró el pulso el pasado fin de semana tras un triunfo de vital importancia ante el Ribeira a domicilio y que fue luz para un equipo de Diego Gacimartín que, en esta octava jornada de competición y con la moral por las nubes, estiró su felicidad. Así, en su feudo, el equipo segoviano sumó su segunda victoria consecutiva tras deshacerse del Noia gallego con un contundente triunfo que permite al San Cristóbal seguir con paso firme hacia su ansiado objetivo de abrir brecha respecto a los puestos de descenso en el grupo I de Segunda División ‘B’.
Con el colmillo afilado y sangre en los ojos, un vendaval segoviano fue suficiente para, tras unos primeros minutos de tanteo, tomar el mando y hacerse dueño y señor del partido. Los culpables, Samuel González y Raúl Velasco que, en dos rápidas acciones, pusieron al equipo de Diego Gacimartín en ventaja por 2-0 antes del ecuador del primer período. Pero el Noia se rebeló, dio un paso al frente y, apenas dos minutos después, consiguió el premio del gol al recortar distancias por medio de Álvaro Alarcón. Una ventaja por la mínima sobre la que el San Cristóbal se mantuvo hasta tiempo de descanso, aunque gozó de situaciones de peligro para haberse llevado a vestuarios una renta mayor.
El reposo no modificó la hoja de ruta de un San Cristóbal hambriento que, en apenas tres minutos, dejó herido de muerte al equipo visitante. Así, el doblete de Raúl Velasco y la diana de Álvaro de Luis dieron oxígeno a la par que tranquilidad al equipo segoviano con un 4-1 que llevó al equipo gallego a lanzarse a tumba abierta, tanto por necesidad como por obligación, si quería sacar un resultado positivo de tierras segovianas. Pero el equipo de Diego Gacimartín, además de eficacia, ofreció su versión más brillante en defensa donde echó el cerrojo y fue desbaratando las amenazas gallegas por intentar meterse de nuevo en el partido.
Los minutos pasaban y con el San Cristóbal tratando de matar el duelo por medio de transiciones, el Noia apostó por el juego de cinco en la recta final con el fin de desabrochar el cinturón a un equipo segoviano que lo evitó. Así, con el cuadro gallego en superioridad numérica en ataque lo aprovechó a las mil maravillas el conjunto de Diego Gacimartín para, por medio de los goles de Daniel Huertas y el de Raúl Velasco con el que firmó su hat-trick, mandar a la lona al Noia para cerrar una sólida victoria que permite al San Cristóbal seguir cogiendo aire respecto a la permanencia y escalar hasta la sexta posición con 13 puntos. En su próximo compromiso, el equipo segoviano se desplazará hasta tierras burgalesas donde afrontará una nueva prueba de fuego que le llevará a medirse al Juventud que ocupa los puestos bajos de la tabla.
EL JUVENIL VUELVE A SONREÍR
Tesitura similar al San Cristóbal de Segunda ‘B’ vive ahora un equipo juvenil en la División de Honor ya que, tras una racha negativa de resultados dónde encadenó cinco encuentros consecutivos sin vencer con cuatro derrotas y un empate, el equipo de Ángel Zamora tomó aire y se reencontró este pasado fin de semana con la victoria tras imponerse a un Carballiño orensano llamado a estar en la parte alta de la tabla y que nadó casi siempre a contracorriente en tierras segovianas.
Porque fue el conjunto visitante quien golpeó primero con una diana inicial, pero entre poco y nada duró la alegría para el Carballiño que vio como un San Cristóbal con ganas de reivindicarse y eficaz de cara a puerta dio la vuelta al marcador hasta llevarse una ventaja considerable al paso por vestuarios. Con dos dobles penaltis y dos situaciones en las que pillaron al guardameta visitante adelantado, el cuadro segoviano se llevó una valiosa renta de 4-1 al descanso que Sergio Fernández, en la reanudación, amplió, pero que se desvaneció en escasos minutos.
El equipo gallego apostó por el juego de cinco y la estrategia dio sus frutos, pues en apenas cinco minutos logró meterse de nuevo en el partido hasta ponerse 6-4 en el marcador. Ya a falta de dos minutos y medio para el final, la expulsión de Adrián Galindo puso en entredicho la victoria para el equipo segoviano que se agarró a la pista y, pese a conceder el 6-5 a falta de 25 segundos para el final, defendió con uñas y dientes el resultado para sellar una preciada victoria con la que se sitúa en la décima posición en la tabla con diez puntos.
