El domingo, 10 de noviembre, se celebra el Día de la Iglesia Diocesana bajo el lema ‘¿Y si lo que buscas está dentro de ti?’. No es un día para pedir dinero sino una jornada de fiesta para ver cómo podemos colaborar en nuestra comunidad parroquial.
La parroquia está formada por los feligreses (laicos, sacerdotes y religiosos) que forman una comunidad de creyentes donde reciben el regalo de los sacramentos, el conocimiento de Dios y la generosidad y solidaridad de los hermanos. Cada feligrés tiene dentro de si lo que necesita para colaborar.
El día de la iglesia diocesana es un momento para invitar a buscar en el interior y descubrir el plan que Dios tiene para ti. Porque todos queremos encontrar la felicidad en nuestra vida, pero a veces buscamos en el lugar equivocado. Ser parroquiano resulta transformador e invita a vivir con autenticidad, compromiso y plenitud dentro de tu parroquia.
El Día de la Iglesia Diocesana es una jornada de fiesta. Un día para celebrar lo que somos donde “recordamos y agradecemos nuestra pertenencia a una comunidad cristiana”. Y un Día para el agradecimiento y para tomar conciencia de que somos miembros de una gran familia. Lo que la parroquia hace “es gracias al tiempo, las cualidades, la oración y el apoyo económico de todo el pueblo de Dios”.
Es un día que camina hacia la transparencia en las parroquias. Hace dos años que la Conferencia episcopal inició un periodo de concienciación sobre la corresponsabilidad de los bautizados y la transparencia pastoral y económica de las parroquias. Para ello impulsó la creación en cada Diócesis de una comisión de Corresponsabilidad y Sostenimiento.
Los objetivos de las comisiones diocesanas son diversos: crear espacios de diálogo y de trabajo en orden a conocer la realidad de la parroquia e impulsar el trabajo en equipo de forma sinodal; Diseñar la programación anual de actividades de la parroquia de forma que sacerdote y laicos colaboren en corresponsabilidad; Facilitar el que los fieles puedan colaborar y compartir dones y tareas, tiempo, talento y bienes; ayudar a presentar la memoria de actividades pastorales y las cuentas anuales.
A algunos se les llena la boca diciendo que no se deja participar a los laicos en el gobierno de la Iglesia. La palabra “laicos”, de origen griego (laos), significa “miembro del pueblo”. Seglar, de origen latino (secular), significa “miembro del siglo”. Esto quiere decir que la vida del laico cristiano está en el mundo y dentro del pueblo. Si, también dentro del “pueblo de Dios”.
Y como los laicos juntos llegan más lejos, se proponen en este día varias alternativas de colaboración: La oración: Puedes rezar por tu parroquia, porque tu oración es necesaria y será el alma de toda la actividad que se realice. Con ella, los frutos serán mayores y más permanentes.
Tu tiempo: Dedica algo de tu tiempo en tu parroquia a los demás. El tiempo que puedas: media hora, una, tres horas… Lo que se ajuste a tu situación de vida: abrir la puerta de la Iglesias, cantar en el coro, dando catequesis, siendo voluntario de caritas.
Tus cualidades: Cada uno puede aportar un poco de lo que sabe: una sonrisa cercana, una mano que sostiene, remangarse cuando sea necesario, o acompañar en silencio al que sufre, ofreciendo consuelo.
Tu apoyo económico: Haz un donativo. Con tu aportación periódica ayudas más, porque permiten elaborar presupuestos y mejorar la utilización de los recursos y planificar acciones a medio y largo plazo. Esta colaboración hace posible que más de cuatro millones de personas hayan podido ser atendidas en centros asistenciales de la Iglesia.
El día de la iglesia segoviana es lógico que los feligreses reflexionen sobre su identidad y pertenencia a la iglesia en el campo de la vida social y política denunciando las injusticias en el nombre del Señor y no solo en nombre de los sindicatos ni de los políticos.
Hoy las comunidades cristianas y las parroquias necesitan que sean los seglares quienes organicen la vida de las parroquias: la atención a los pobres, la preocupación por los emigrantes, la denuncia de las injusticias, el rechazo de los políticos que quieren politizar y apropiarse de la iglesia.
—
* Profesor emérito.
