Saber con 17 años qué carrera quieres estudiar, en la era del empacho informativo puede llegar a ser abrumador. Y más con esa inmediatez que se empuja hoy día a elegir rápido y ya. FITEA nace precisamente para ayudar a despejar dudas y descubrir nuevos caminos que posiblemente, a todos estos chavales que han asistido, no se les hubiera ocurrido antes.
En esta, su primera edición, celebrada esta semana en Madrid, se respiraba un ambiente de motivación, pasión, vocación, sensibilización, divulgación, trabajo en equipo, curiosidad, entusiasmo, esperanza y mucho esfuerzo, porque aquí los atajos no sirven. Ni los cliks y likes fugaces. Averiguar a qué te quieres dedicar requiere discernir con calma, entender exactamente para qué sirve tu elección académica y mantener la altura de miras.
Es precisamente allí arriba, en los cielos, las estrellas y más allá… donde Virtual Educa (www.virtualeduca.org) y Ellas Vuelan Alto (www.ellasvuelanalto.com), organizadores del Foro Innovación Talento y Educación Aeroespacial,www.fitea.org, quisieron poner el foco. Un faro, el del sector aeroespacial, que cada día nos ilumina con nuevos y fascinantes destellos. Un campo de la economía con 100% empleabilidad, lleno de posibilidades y lienzos en blanco por dibujar.

Amadrinado por Sara García Alonso, primera astronauta española y de la mano de un plantel extraordinario de ponentes y profesionales, líderes, visionarios y educadores de la industria alada, los asistentes y participantes de los talleres, conversatorios, y expositores han tenido la oportunidad de profundizar en las ofertas y requisitos para convertirse en profesional de sin duda uno de los ámbitos más demandados del momento.
Se necesita cantera, sí. Mucha. No hay más que ver las ofertas laborales procedentes desde cualquier parte del mundo, y cuya previsión va a seguir creciendo exponencialmente. Solo de ingenieros aeronáuticos se van a requerir más de 200.000 en los próximos años. La misión de FITEA es justamente esta, despertar vocaciones en este campo tan apasionante. Carreras de fondo que se tienen que ir cociendo a fuego lento para dar grandes frutos a largo plazo y mejorar la vida de los ciudadanos a través de la actividad aérea y espacial.
Seguramente cuando consulten con la almohada tendrán más claro qué es lo que quieren estudiar y se visualizarán trabajando en algo que nunca antes hubieran soñado: siendo quizás piloto militar, analista de datos IA, ingeniero de propulsión, astrofísico, mecánico de satélites, diseñador de cohetes, y ¿por qué no? arquitecto lunar, psicólogo, abogado, cocinero, médico para Marte. Porque sí, claro que es posible. La humanidad se está abriendo al espacio, hay una explosión tremenda y sin duda se necesitarán ejercer todas las disciplinas.
Son la generación Artemisa, la diosa de la tierras vírgenes. Nosotros vimos al primer hombre llegar a la Luna, ellos van a vivir algo increíble, inédito, trascendental… será la primera generación interplanetaria y en sus manos estará pensar más allá de su propio planeta, para contribuir a su mejora.
Todos somos buenos en algo, solo hace falta averiguar en qué, para adquirir las herramientas necesarias y desarrollar a tope el talento, porque una vez que lo descubres no hay marcha atrás, ves el mundo de otro color y lo que realmente te apetece y deseas es ponerlo al servicio de la sociedad, pues como dijo Ana Cucurella presidenta de La Caribbean University de Puerto Rico, delegación ganadora del Reto Marte “estamos aquí para hacer un mundo mejor”.
