Nadie sabe lo que pasará con la clasificación de la Segoviana dentro de seis meses, pero antes de pensar en desenlaces futuros hay que vivir el presente, y éste señala que los aficionados del conjunto azulgrana están disfrutando del fútbol en La Albuera como pocas veces antes. Porque tiempo atrás el espectador aplaudía las victorias más o menos cómodas, ahora tiene la ocasión de ver cómo su equipo compite de igual a igual (al menos en casa) ante conjuntos que le superan por muchos cuerpos en presupuesto, o que tienen plantillas como la del Barça Atlétic, con futbolistas de una calidad más que sobrada, pero que acabaron pidiendo la hora ante el empuje de una Segoviana que se ganó a pulso cada aplauso que le dedicó una pobladísima grada.
Salió al encuentro el conjunto azulgrana con ganas de salir de la mala situación en la que le metieron las derrotas en Vigo y Cáceres. Con De la Mata y Fer Llorente controlando en el centro del campo, con Davo metiendo en problemas tanto a los centrales como al guardameta, y con Rubén sabiendo tener la contundencia en la banda izquierda que tantos problemas ha generado al equipo gimnástico durante el último mes, el plantel de Ramsés Gil dominó a un Barcelona B que esperaba su momento, sin que éste terminara de llegar en esos primeros minutos.
UN GOL CUANDO NO TOCABA
La defensa adelantada del conjunto blaugrana intentaba poner en complicaciones los desmarques de ruptura de los jugadores gimnásticos, para lo que contaron en algunas ocasiones con la connivencia de un asistente que no siempre dio la impresión de estar bien colocado, y que en un par de ocasiones levantó la bandera, sobre todo en una internada de Davo con metros de ventaja sobre los zagueros visitantes que puso de los nervios a los 3.000 aficionados (que se dice pronto) que poblaron las gradas de La Albuera.
El dominio local se tradujo en una ocasión muy clara de Juan de la Mata, al que el portero Kochen le sacó un balón muy cerca del palo, más otro par de acercamientos más que peligrosos que hacían pensar que el gol llegaría más o menos pronto.
Y de hecho llegó, pero en la portería que no tocaba. El Barça Atlétic, que ya había amagado con una contra evitada en el último momento, anotó el 0-1 por medio de Cédric aprovechando una acción rápida tras una pérdida en el centro del campo y un afortunado rebote que acabó el delantero del Barça tras superar a Carmona.
A un equipo que se sujeta en el borde de la crisis cualquier mala noticia le afecta de más, y no cabe duda que el gol del Barça Atlétic le dejó a la Segoviana absolutamente tocada en su moral durante un cuarto de hora en el que aficionados y futbolistas locales rozaron la desesperación porque el equipo visitante no sólo pasó a controlar el partido, sino que también usaba las ‘triquiñuelas’ de los conjuntos veteranos, parando el partido cuando tocaba y cuando no y disponiendo de una ocasión para hacer el 0-2 que no entró de milagro, porque Carmona ya se vencía a su lado derecho cuando sacó el brazo para rechazar el lanzamiento de Darvich que entraba por el izquierdo.

Pero la Segoviana ha aprendido a aferrarse a los partidos, y poco a poco fue saliendo de su mal momento apoyándose sobre todo en el buen hacer de Berlanga, Silva y Fer Llorente en la banda derecha. Aunque el buen hacer de Kochen dejaba sin opciones a los gimnásticos, la sensación era de que si llegaba un balón en condiciones podrían llegar las oportunidades, y con los de Ramsés apostando por llevar el cántaro a la fuente (entiéndase el balón al área), en el último minuto de los cuatro de prolongación que decretó el árbitro Berlanga se marchó de dos rivales y cedió más a la derecha donde Silva puso el esférico en el área para que Davo, una vez más, le ganara la partida a los centrales y rematara en semifallo, dejándole el balón expedito a Hugo Díaz, que hizo lo que mejor sabe hacer, ‘pasar por allí’ y meter la pelotita dentro. 1-1 y al descanso.
CARMONA, LA CARA Y LA CRUZ
Como se esperaba, salió mucho mejor la Segoviana que un Barça Atlétic que todavía estaba rumiando el gol del empate local, y Berlanga se encontró con el larguero, y el resto de sus compañeros con Kochen, en un arranque de segundo tiempo que también vivió una contra blaugrana que Carmona sacó hasta en dos ocasiones. Pero con lo que no contaba la Segoviana era con que su guardameta cometiera un error en un lanzamiento al palo corto de Rubén López que parecía más que sencillo de parar y que terminó convirtiéndose en el 1-2.
Era un disgusto inesperado en la forma, pero quizá no en el fondo porque el partido se estaba abriendo como un melón, y cuando se sube el ritmo llegan los errores. Así, Rubén tuvo tiempo suficiente para poner un balón espectacular a la cabeza de Davo, que de manera más espectacular envió su remate a la portería de un Kochen que tocó el balón, pero no pudo impedir que éste entrara en su marco.
ASEDIO SIN PREMIO
A media hora para la conclusión tanto Segoviana como Barça Atlétic ya estaban a tortazo (deportivo) limpio, con los dos conjuntos jugando al ataque. El alemán Darvich intentaba meter en un lío a la zaga gimnástica tanto como Davo se las tenía tiesas con Cortés que no sabía cómo pararle salvo en un envío en profundidad de Juan de la Mata que el central catalán cortó en el último momento.
Ramsés se fue a por el partido metiendo a Gómez y sacando a un Javi Borrego que había sido de lo menos bueno de la Segoviana en el encuentro, juntando de nuevo a los dos puntas para poner en más problemas a los defensores visitantes. El filial ponía la calidad pero la Segoviana tenía todas las ganas de ganar el partido, aunque fuera a base de hundir a su oponente en el área y forzar saques de esquina.
Tras una primera parte de dominio alterno, en la segunda el equipo local metió al filial en su área en busca del gol de la victoria
Rubén estuvo cerca de coronarse con un remate lejano que se fue fuera por poco, Tellechea no acertó con su remate tras una gran acción individual de Davo y Berlanga, en otra acción ‘marca de la casa’ de la Segoviana, volvió a encontrarse con el poste en un trallazo que rebotó en la escuadra de la portería del Barça.
El equipo gimnástico estaba desatado en unos momentos de partido en los que sumaba merecimientos para hacer el tercero. La banda derecha con Silva, Davo y Berlanga, era un filón pero faltaba el último pase y, cuando éste llegaba, el remate nunca era del todo bueno. Y eso sin contar con que el filial era un auténtica amenaza en las acciones rápidas de contraataque, así que no había manera de adivinar del lado de qué equipo caería la victoria.
Y, como suele suceder en este tipo de situaciones, el partido no cayó del lado de nadie, pese a que la Segoviana lo intentó todo con el público entregado, sacando hasta catorce corners y obligando a la defensa del Barça B a poner todo de su parte para salvar el punto. Rubén y Davo pusieron las últimas ocasiones de gol en el lado gimnástico finalizando un segundo tiempo en el que la Segoviana hizo todo lo que pudo para ganar ante un oponente que salió vivo de La Albuera cuando quizá lo lógico hubiera sido que se marchara más cabizbajo de lo que lo hizo. Pero el fútbol tiene poco de lógica.
