El juez de menores, Emilio Calatayud, hizo gala ayer del carisma, cercanía y profesionalidad que le caracteriza al impartir la conferencia magistral “Hijos que agreden a sus padres: tratamiento penal y educativo”. En el ágora María Zambrano, ante un amplio grupo de profesionales de la Educación, los Servicios Sociales y la Justicia, el mediático magistrado pronunció frases tan contundentes como: “Todos los que tenemos hijos menores somos población de riesgo” y “hemos pasado de ser esclavos de nuestros padres a ser esclavos de nuestros hijos” para argumentar con leyes en la mano y una amplia experiencia profesional que hoy por hoy los progenitores y tutores están desprotegidos y han perdido instrumentos para corregir a los niños, aunque luego son los que tienen que responder por sus actos. Aún así, el juez advirtió que el maltrato puede ser causa para quedar apartado de una herencia.
Calatayud aseguró que el maltrato físico y psíquico también se está incrementando por parte de hijos adoptados y de nietos a abuelos, en una onda expansiva que, en su opinión, parte de la pérdida de autoridad. “Nos hemos equivocado en la educación y estamos creando una generación de jóvenes violentos, porque nos da miedo poner límites, decir que no, hablar de autoridad por si nos volvemos a tiempos pasados”. “El mismo Gobierno no tiene autoridad, no dicta normas de autoridad para los chavales”, comentó el abogado y escritor para recriminar que se haya eliminado del Código Civil el artículo que recogía la posibilidad de corrección de los padres (art. 154) y a la vez nadie se acuerde de mostrar a los menores que el artículo 155 dice que los hijos deben obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad y respetarles siempre. El juez sostiene de forma insistente que “toda autoridad tiene que tener un derecho sancionador” y que no todo ha de ser “dialogar y querer ser colegas”,
Según explicó el magistrado, cuando en 2007 el Gobierno de Zapatero modificó el artículo 154 del Código Civil que recoge el derecho de corrección, se hizo mucho daños a las relaciones paterno-filiales “porque los padres están encogidos, no saben qué hacer con la amenaza del ‘a que te denuncio’”. Además, Calatayud entiende que si bien se debe educar sin ningún signo de violencia es “una barbaridad confundir un cachete con el maltrato de un padre”.
El autor del decálogo ‘Como hacer de tu hijo un delincuente’ tiene pocos consejos para ser buenos padres. “Yo lo único que digo es que controlen como toda la vida se ha controlado a los hijos, que tengan sentido común, los católicos que recen mucho y los no católicos que reciban energías positivas porque es muy difícil esto de ser padre”. Emilio Calatayud precisó al inicio de su intervención que no hablaba en nombre de la Justicia, sino como padre y ciudadano, aparte de juez.
