Un tramo de la calle Escuderos , en el extremo próximo a su conexión con la calle Vallejo, permanece cortado al paso de peatones desde hace casi una semana para permitir las obras de seguridad en un edificio en estado de ruina.
El inmueble, situado en el número 24 de la calle Escuderos, permanece acordonado por vallas de obras. Un cartel, con la leyenda “Cortado por orden municipal”, informa a los peatones la imposibilidad de transitar por este tramo de la calle.
Desde la Concejalía de Urbanismo solo acertaron a precisar que la calle permanece cortada para permitir unas obras que le fueron requeridas a la propiedad ante la amenaza de ruina del edificio. Estas mismas fuentes no pudieron precisar si se han producido desprendimientos de cascotes de la fachada o si existía un alto riesgo de desplome del edificio, que presenta un lamentable estado de deterioro.
Lo cierto es que Urbanismo remitió el requerimiento de obras de seguridad a la propiedad del inmueble tras las inspecciones de los técnicos municipales al edificio, que elaboraron el correspondiente informe con las medidas tendentes a evitar el progresivo deterioro del inmueble.
Según informaron fuentes municipales, el Ayuntamiento ordenó a la propiedad el inicio de las obras de seguridad en el plazo de siete días, advirtiendo que, en caso contrario, los trabajos de emergencia los acometería de forma subsidiaria el municipio, con la apertura del correspondiente expediente sancionador.
La propiedad contestó positivamente al requerimiento y el día 24 entregó en Urbanismo un escrito para notificar el inicio de los trabajos dirigidos a consolidar el edificio. Desde esa fecha, según confirmaron fuentes de Policía Local, el tramo de la calle Escuderos permanece cortado al tránsito peatonal. Fuentes de Urbanismo no acertaron tampoco a precisar el tiempo que durarán las obras y que, en consecuencia, permanecerá cortada la calle Escuderos.
Expedientes
La Concejalía de Urbanismo tiene actualmente abiertos varios expedientes por amenaza de ruina de distintos edificios en estado de abandono, según explicaron fuentes del departamento. A este respecto, uno de los ‘casos’ más alarmantes se produjo en un edificio de la calle Pozuelo, hoy ya rehabilitado. En febrero de 1999, la caída de varios cascotes de la fachada del edificio de la calle Pozuelo número 3 obligó a acordonar el inmueble, cortar el tráfico por la zona y a requerir a la propiedad la ejecución de diversas obras de seguridad.
