El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, destacó ayer que el Gobierno de Mariano Rajoy «no ha negociado ni negocia ni va a negociar jamás con ETA». Asimismo, advirtió a los presos de la banda y a sus familias de que su «mayor enemigo» es ETA porque, «mientras exista la política de dispersión, va a seguir subsistiendo».
Con motivo del acto de clausura del Congreso sobre Memoria y Convivencia organizado por el Gobierno vasco en Bilbao, Fernández Díaz adelantó que será «el día que se disuelva ETA cuando la política de dispersión se replanteará» y destacó que la cooperación entre los Gobiernos español y francés está «garantizada».
«La política penitenciaria del Ejecutivo pasa por el cumplimiento de la Ley y la reinserción individual en el marco de ésta. Han de saber los terroristas que eso es lo que hay. A pesar de lo que les dicen, tras la declaración del 20 de octubre no va a haber ninguna negociación política con la organización armada, el Gobierno no ha negociado ni negocia ni va a negociar jamás con ETA», remarcó.
En esta línea, explicó que lo que tiene que hacer la organización terrorista es «disolverse incondicionalmente» y trasladó a los presos y sus familias que su «mayor enemigo es ETA» porque, mientras ésta exista, «la política de dispersión seguirá subsistiendo».
Tras destacar que el objetivo del Gabinete central es «cumplir la ley» y exigir desde ella la disolución del grupo, anunció que se seguirá trabajando para culminar un proceso «todavía difícil, que incluye también la actividad policial».
En esta línea, indicó que se facilitará que quienes «sinceramente» se arrepientan de los delitos cometidos y reconozcan el daño causado puedan dejar de vivir sometidos al control de la organización y «cumplan sus penas con un objetivo de reinserción».
«En el camino de la reinserción es donde nos vamos a encontrar»añadió el ministro.
Fernández Díaz consideró, además, que «estamos muy cerca del final definitivo de la violencia», pero matizó que todavía «no la hemos conseguido». Tras recordar que la banda ha dejado de matar, lamentó que aún no se haya disuelto y entregado las armas.
«La llamada izquierda abertzale no termina de unirse a los demócratas y todavía estamos esperando que le pida a ETA su disolución incondicional», añadió.
