El calendario de actuaciones contempladas en la XIX Campaña de Animación Lectora para la biblioteca pública que la Fundación Caja Cega / Cajaviva tiene en Fuentepelayo ha llegado a su fin. Este ciclo que patrocina el Centro Coordinador de Bibliotecas de la Diputación Provincial de Segovia ha contado con las actuaciones de los grupos ‘Attentmind’, ‘Saltatium’, ‘El Sombrero de la Memoria’, ‘Elia Tralará’ y Jesús Parra. Precisamente este último cantautor tuvo el honor de poner la guinda al pastel; y lo hizo dentro del Ciclo Literario sobre las costumbres, la literatura y la música en Castilla la Vieja que cada año coordina la Fundación Caja Cega.
La treintena de espectadores adultos que acudieron al espectáculo tuvieron la oportunidad de conocer por vez primera el contenido del Romancero General de Segovia. Jesús Parra presentó un concierto musical con contenidos literarios y formativos referidos al poemario español, y de modo muy concreto poniendo música en todos los casos a poetas de Castilla.
En este viaje cultural, Jesús Parra hizo una primera parada para cantar los poemas ‘Frío’ y ‘Qué estamos esperando’ de Pascual Izquierdo. Este poeta y escritor de Sotillo de la Ribera (Burgos) con su pluma hace una exploración continua del lenguaje.
Otro de los poetas a quienes Jesús Parra añadió la magia de su música fue José Miguel Arranz a través de temas incluidos en su disco ‘Miguel Hernández: Sublime’. El auditorio quedó maravillado al escuchar versiones propias de ‘Tristes guerras’ y de ‘Andaluces de Jaén’. El escritor de Orihuela emergió como pocas veces se conocía, gracias a la profundidad de sus textos y sobre todo, gracias al aditamento musical creado por un músico de la magnitud de Jesús Parra con su duende y especial sensibilidad en el manejo de sus guitarras.
Antes de abordar las poesías de otros autores castellanos, Jesús Parra echó mano de su acordeón para deleitar al respetable con la interpretación del célebre ‘Ramilletillo’ que hiciera popular María Dolores Pradera con el manejo del almirez.
Antes de proceder a dar por finalizada su actuación, Jesús Parra sacó a relucir un trabajo original de Isabel Escudero. El poema ‘Tú y yo’, que logró crear una complicidad en doble vía. En este caso, se entremezclaron sentimientos artísticos y musicales con experiencias personales compartidas entre Jesús como alumno e Isabel como profesora del músico en su etapa estudiantil. Después de hora y media de actuación, los espectadores perdieron la noción del tiempo y no se creían que este concierto tuviera que poner su final. Jesús Parra logró encumbrarse al Olimpo de los Dioses. Decía Miguel Hernández: “Tristes armas si no son las palabras”.
