Comienza una nueva temporada “Desde la Grada”, y los comentaristas de esta Sección -creo pensar como ellos- nos ponemos las pilas, cada vez más alcalinas; porque, a tenor de los años que pasan y nosotros cumplimos, necesitamos dar rienda a nuestra imaginación para no repetirnos en temas o acontecimientos acaecidos.
Hoy deseo resaltar un sentimiento que puede estar en la mente de muchos aficionados al fútbol segoviano, personalizado en el Club que milita en la categoría del bronce español, la Gimnástica Segoviana. Para llegar a tal rango, le costó sudor, lágrimas, compromiso de personas que asumieron llevar un barco repleto de ilusiones a ese puerto que se denomina Primera RFEF, hombres y mujeres que obtuvieron un carnet dónde figura una foto de la historia gimnástica y les acredita como amantes incondicionales del equipo de su tierra.
Ahora estamos incursos en unos inicios complicados, cargados de incertidumbres, desconociendo cómo será esta temporada; a saber: ¿Pasaremos apuros? ¿Nos hará sufrir mucho nuestro equipo del alma? ¿Descenderemos? ¿Jugaremos el Play Off para el ascenso? ¿lo conseguiremos? ¿Y la Copa del Rey?
Yo nunca he creído en la opinión de algunos mortales que solo piensan en agorar la trayectoria de un equipo, o presagiar el nefasto resultado del partido de turno, o ver en negro un encuentro existiendo ya el color. Esa gente me aburre y agota. No deseo perder mi preciado tiempo debatiendo su actitud negativa ante todos y para todo. Por ello, me refugio en la esperanza con grandes letras blaugranas que lleva impresa la bandera Gimnástica. Lo que sea será; y mientras pensaré, e incluso soñaré en positivo. Me encanta que a priori me digan que soy un iluso.
