La Formación Profesional en España ha experimentado grandes avances en los últimos años, consolidándose como una opción formativa esencial para la empleabilidad juvenil y el desarrollo del tejido empresarial. En este contexto, la FP Dual ha emergido como una modalidad clave, al combinar la enseñanza en centros educativos con la formación práctica en empresas. Desde la aprobación en 2021 del Proyecto de Ley de Ordenación e Integración de la FP, el gobierno ha apostado fuertemente por la ‘dualización’ del sistema, marcando un hito en la modernización de esta vía educativa.
En el contexto europeo, la FP Dual se desarrolla de maneras muy heterogéneas. Países como Alemania, Austria y Dinamarca cuentan con sistemas consolidados donde el modelo de aprendizaje basado en el trabajo es dominante. Estas naciones tienen una tradición de formación de aprendices profundamente arraigada, gracias a un entorno empresarial favorable, caracterizado por la presencia de grandes y medianas empresas que absorben a los estudiantes. En contraste, España, con una economía marcada por la prevalencia de pequeñas y microempresas, ha encontrado más dificultades para extender este modelo.
Un dato revelador es que solo el 4% de los estudiantes de FP de Grado Medio en España estaban matriculados en modalidad dual en el curso 2019-2020, muy por debajo de la media europea, que ronda el 30%. Este bajo porcentaje refleja tanto las dificultades estructurales como las oportunidades que el país enfrenta para expandir esta modalidad.
Por ello en el año 2021 España puso en marcha un ambicioso Proyecto de Ley que busca integrar y modernizar la FP en el país, con un claro enfoque en la FP Dual. La nueva ley tiene como objetivo facilitar la transición al mercado laboral, aumentando la colaboración entre los centros educativos y las empresas. Uno de los grandes cambios que propone la ley es la ‘dualización’ de todo el sistema de Formación Profesional, permitiendo que más estudiantes puedan acceder a esta modalidad en todos los niveles educativos: básico, medio y superior.
Además de aumentar el número de plazas en FP Dual, la ley introduce cambios importantes en la relación entre el estudiante y la empresa. El alumno puede tener un contrato de formación o aprendizaje, lo que formaliza su vinculación laboral con la empresa. Esto no solo beneficia al estudiante, que obtiene una experiencia más rica y estructurada, sino también a las empresas, que pueden formar a los trabajadores según sus necesidades específicas.
EVOLUCIÓN POSITIVA
Desde su implantación en el curso 2016/2017, la FP Dual ha crecido de manera significativa. En el curso 2017/2018, había 22.616 estudiantes matriculados en FP Dual, cifra que aumentó hasta los 53.343 estudiantes en el curso 2022/2023, lo que supone un incremento del 62%.
Este crecimiento ha sido particularmente notable en el Grado Superior, que concentra el 61% de los estudiantes en modalidad dual, mientras que el Grado Medio representa el 37% y la FP Básica apenas un 3%. Estos datos reflejan la preferencia de las empresas por estudiantes con un mayor grado de madurez y especialización, lo que plantea un reto para los niveles inferiores, donde la FP Dual tiene una presencia mucho más reducida.

LA BRECHA DE GÉNERO
Uno de los mayores retos a los que se enfrenta la FP Dual en España es la brecha de género. Las mujeres están infrarepresentadas en esta modalidad, especialmente en las familias profesionales más dualizadas, como las relacionadas con la industria y las tecnologías STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Mientras que en la FP tradicional la participación femenina ronda el 50%, en la FP Dual apenas alcanza el 39%, con una menor presencia en Grado Medio y FP Básica.
Este desequilibrio es especialmente preocupante si se tiene en cuenta que las áreas más demandadas por las empresas, como las relacionadas con las tecnologías industriales, son precisamente las que tienen menos presencia femenina. Para reducir esta brecha, será necesario incentivar la participación de las mujeres en sectores más tecnológicos, tanto a través de políticas de igualdad como de programas de orientación vocacional desde edades tempranas.
Además de la brecha de género, otro desafío importante es la concentración de la FP Dual en sectores industriales y tecnológicos, mientras que otros sectores, como el sanitario o el turístico, siguen poco representados. Este “monocultivo dual” limita las oportunidades para muchos estudiantes y sectores que podrían beneficiarse de esta modalidad, y representa un área de mejora para el futuro.
LA IMPLICACIÓN EMPRESARIAL
Un aspecto crucial para el éxito de la FP Dual es la implicación de las empresas en el proceso formativo. A diferencia de la modalidad tradicional de Formación en el Centro de Trabajo (FCT), que es obligatoria para todos los estudiantes de FP, la FP Dual exige un mayor compromiso por parte de las empresas, que participan activamente en el diseño y desarrollo del currículum formativo
Mientras que en la Formación en el Centro de Trabajo la estancia del estudiante en la empresa suele limitarse a un breve periodo de prácticas, en la FP Dual el alumno pasa más tiempo en el entorno laboral, adquiriendo no solo competencias técnicas, sino también habilidades actitudinales y relacionales que facilitan su inserción laboral.
Sin embargo, en España, la pequeña dimensión de la mayoría de las empresas plantea un obstáculo para la expansión de la FP Dual. En países como Alemania o Austria, donde las grandes empresas son predominantes, la contratación de aprendices es habitual, mientras que en España solo el 21,2% de las grandes empresas emplean a titulados de FP, en comparación con el 93,6% en Alemania.
A pesar de los desafíos, la FP Dual ha demostrado ser una modalidad muy valorada tanto por los estudiantes como por las empresas. Según la Encuesta de Transición Educativa-Formativa e Inserción Laboral del INE, el nivel de satisfacción entre los titulados en FP Dual es alto, con nueve de cada diez estudiantes satisfechos con esta modalidad y uno de cada dos se declara muy satisfecho. Estos resultados son incluso mejores que los obtenidos por los estudiantes que realizaron la FCT, lo que refleja el valor añadido de la FP Dual en términos de aprendizaje práctico y empleabilidad.
Además, la inserción laboral de los estudiantes de FP Dual es superior a la de sus homólogos en la FP tradicional. En Castilla y León, el grado de inserción laboral de los egresados de FP alcanza el 82%, y en la modalidad dual ampliada llega al 100%, lo que demuestra la eficacia de este modelo en la integración de los jóvenes en el mercado laboral.

Oportunidades en digitalización y sostenibilidad
La FP Dual también ofrece grandes oportunidades en el marco de la digitalización y la sostenibilidad, dos de los grandes vectores de cambio en la economía global. La nueva Ley de FP incluye entre sus objetivos fomentar la formación en sectores emergentes y prioritarios, como la economía verde, la inteligencia artificial y la transformación digital.
En este sentido, la FP Dual tiene un gran potencial para convertirse en una fuente de innovación aplicada, ya que permite a las empresas desarrollar proyectos concretos de digitalización y sostenibilidad con la participación activa de los estudiantes. Este modelo ofrece una oportunidad única para que las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) en España puedan innovar y mejorar su competitividad, al tiempo que forman a futuros profesionales.
En resumen, la FP Dual se ha consolidado como una herramienta eficaz para mejorar la inserción laboral de los jóvenes y proporcionarles una formación práctica de calidad. Para maximizar su impacto es necesario ampliar su cobertura a todos los niveles educativos y sectores productivos. También es fundamental abordar la brecha de género y fomentar la participación femenina en los sectores tecnológicos e industriales.
La aprobación del Proyecto de Ley de Ordenación e Integración de la Formación Profesional en España abre una ventana de oportunidad para seguir avanzando en este proceso de transformación. La colaboración entre el sistema educativo y las empresas será clave para el éxito de la FP Dual en los próximos años. La implicación empresarial, junto con la flexibilidad y la capacidad de adaptación del sistema educativo, permitirán que la FP Dual siga creciendo y se consolide como un pilar fundamental del futuro del empleo en España.
