Al finalizar la pasada temporada 23/24, la Liga Asobal pidió a sus seguidores que eligieran a los mejores de la campaña, y en el capítulo de entrenadores fue la propia competición quien metió entre los candidatos a Álvaro Senovilla, que había llevado al Viveros Herol Nava a ocupar la mejor clasificación de su historia, con una sexta plaza a tan solo un punto de alcanzar la competición europea con una plantilla en la que la mitad de sus componentes habían logrado el ascenso de categoría en la temporada anterior. Cierto es, y no hay que olvidar este hecho, que el club había hecho un buen esfuerzo por reforzar el plantel tanto en junio como en diciembre, con la llegada de un Gedeón Guardiola extraordinariamente motivado tras su paso por la Bundesliga alemana, pero había que armar un equipo y el técnico vallisoletano lo hizo con éxito.
Después de un verano en el que hubo que volver a construir un equipo tras la llegada de seis nuevos jugadores, que fueron siete con la lesión (¡ay!) de Patotsky y la llegada de Yeray Lamariano, el reto pasaba por lograr la permanencia, una meta que en principio se antojaba algo corta por el nivel de la plantilla, pero el Balonmano Nava ha aprendido a marcarse pequeñas metas para poder avanzar, y al traspiés del encuentro frente al Anaitasuna le siguieron dos victorias más que meritorias ante Valladolid y Logroño, el empate in extremis en casa frente al Puente Genil y el triunfo, solvente y repleto de veteranía, en la pista de un Tubos Aranda que compitió hasta el final y no lo puso nada sencillo.
El resumen del buen momento del equipo navero lo otorga la clasificación, con una cuarta plaza detrás de Barcelona, Granollers y Torrelavega, después de conseguir siete puntos de diez posibles o, lo que significa prácticamente lo mismo, sumando un tercio de los puntos necesarios para salvar la categoría y firmando el mejor inicio de la historia del Viveros Herol en la Liga Plenitude Asobal.
Álvaro Senovilla ha vuelto a construir un bloque sólido a base de muy buenas individualidades que saben sumar
Álvaro Senovilla ha armado un equipo en el que pueden destacar algunos nombres propios, pero su mayor mérito ha sido (y es) el de conseguir poner esas individualidades al servicio del equipo, sin importar el jugador que destaque en ese momento. Tras ganar en Aranda, el entrenador del Balonmano Nava pudo haber puesto el foco en el extraordinario acierto de Yeray Lamariano en la portería, o el de un Dani Pérez impecable en los lanzamientos, o los de Mario Nevado y Sasha Tioumentsev que tienen la decisión de los ganadores con una veintena de años de diferencia. Pero el técnico optó por destacar el trabajo callado de Adrián Nolasco “que ha sido muy importante para nosotros para tener equilibrio y llegar al final del partido con jugadores que tenían garantía de peligro”. El entrenador del Balonmano Nava, que las ha vivido ya de todos los colores a lo largo de carrera en los banquillos, está construyendo la historia del club, demostrando el gran acierto que fue su fichaje hace ya dos temporadas y media.
EL DOMINGO ANTE EL BARÇA
“Necesitamos ganar en Aranda, porque el próximo fin de semana nos llega el FC Barcelona, y ahí vamos a tener algo más complicado sumar puntos”, afirmaba Álvaro Senovilla en la previa del partido en el pabellón Santiago Manguán. Después de haber conseguido los dos puntos, el Balonmano Nava afrontará la ‘visita del dentista’ sin presión alguna, bien colocado en la tabla y sabiendo que llega a Nava de la Asunción un equipo que, a salvo de ‘accidentes’, se encuentra varios cuerpos por delante de cualquier otro conjunto de la Liga Plenitude Asobal.
El partido tiene ya decidida su fecha y su horario. Será el domingo 20 de octubre, a las siete y media de la tarde, cuando un abarrotado pabellón Guerrer@s Naver@s acogerá el encuentro que la Asobal ha decidido que sea el ‘Partido de la Jornada’.
