La Gimnástica Segoviana está atravesando por su primer momento complicado en la Primera RFEF después de haber sumado un punto de los últimos nueve posibles tras las derrotas en los campos del Arenteiro y Osasuna Promesas, y el empate en casa frente al Zamora. Afortunadamente el trabajo anterior en lo que a suma de puntos se refiere había sido tan bueno que pese a no ganar desde el pasado mes de septiembre el equipo azulgrana todavía se mantiene fuera de las posiciones de descenso, si bien es cierto que con un mínimo colchón de un punto y dos posiciones con respecto a la decimosexta plaza que actualmente ocupa el Athletic B.
Puede ser casualidad que este mal momento gimnástico haya venido a coincidir con una plaga de bajas que, salvo en la portería, ha afectado a todas las líneas del equipo. Sergi Molina, Rubén, De la Mata, Fer Llorente, Astray, Rodrigo Sanz, Hugo Díaz… todos ellos han tenido que ver desde la grada alguno de los últimos encuentros de la Segoviana y este hecho, pese a que Ramsés nunca lo haya puesto como excusa, sí ha venido afectando al desarrollo normal de los entrenamientos, y el planteamiento de los partidos. Afortunadamente, poco a poco parece que la enfermería de la Segoviana se va vaciando, y se espera que el próximo domingo, en el encuentro que la Segoviana juega a las doce de la mañana ante el Real Unión, casi no tenga inquilinos.
El equipo azulgrana ya conoce la fecha y la hora de su partido de primera ronda de la Copa del Rey que le enfrentará al Cacereño en el estadio Príncipe Felipe de Cáceres. La Federación ha establecido que el encuentro se dispute el miércoles, 30 de octubre, a las ocho y media de la tarde. En principio no está previsto que haya retransmisión televisiva.
