Patrimonio Nacional ha puesto en funcionamiento de nuevo la fuente de Andrómeda en los jardines del Palacio Real de La Granja primera vez en 80 años. Lo ha hecho tras un minucioso proceso de restauración que ha durado tres años y que culminó ayer con el encendido de los juegos de agua de este monumento, ante las 1.615 personas visitaron los jardines históricos del Real Sitio.
La institución ha querido incluir este encendido, extraordinario y gratuito, dentro del programa especial de actividades organizadas para celebrar el tricentenario del Real Sitio. Además, el objetivo de la restauración de Andrómeda es incorporarla a los futuros circuitos de la Temporada de Fuentes de La Granja, que incluye un calendario de espectáculos de fuentes que comienza en Semana Santa y se prolonga, en función de las reservas de agua, hasta la mitad del verano.
Los técnicos que han participado en la compleja restauración de la fuente destacan dos momentos clave: el primero fue recuperar la válvula que lleva el agua al surtidor central, una pieza única en todo el sistema de fuentes debido a sus dimensiones, ya que pesa 1.400 kilos; y el segundo, reparar el órgano de tuberías secundario que hace brotar el agua por 50 orificios, que representan las heridas en el cuerpo del dragón.
El 6 de junio de 2024, el rey Felipe VI inauguró la fuente de Andrómeda durante una visita oficial al Palacio Real de La Granja. Su recuperación se enmarca dentro de las muchas celebraciones con motivo del tricentenario del palacio, cuyo programa de conmemoración incluye una serie de actividades y visitas guiadas que, desde abril, están permitiendo al público explorar varios espacios históricos del Real Sitio, como la antigua piscifactoría, las buhardillas del palacio o la Torre del Reloj.
CASA DE LAS FLORES
Tras el encendido de la fuente, la celebración de ayer se completó con un nuevo concierto del ciclo ‘Música en la Casa de las Flores’ del Palacio de La Granja, que ayer contó con el dúo de Katharina y Christian Kruber (voz y guitarra, respectivamente). Ambos deleitaron al público con un repertorio del alemán Kurt Weill, uno de los compositores más versátiles
y exitosos del siglo XX.
