Por primera vez en su historia dentro de la Copa del Rey, la Gimnástica Segoviana partirá como el equipo mejor clasificado de la eliminatoria. Cosa distinta es que parta como favorito para superar la primera ronda del torneo copero, puesto que el sorteo no le deparó precisamente el mejor de los rivales con la suerte colocando al equipo azulgrana en el cuadro donde también se ubicaba el Cacereño.
El equipo de Extremadura es un viejo conocido de la afición gimnástica, no en vano ambos conjuntos se han visto las caras en las dos últimas temporadas en la Segunda RFEF, y Ramsés siempre ha alabado el sistema de juego de la escuadra que entrena Julio Cobos, que ha comenzado la competición en el grupo V de manera más que satisfactoria para sus aficionados, metido en fase de ascenso a Primera RFEF tras sumar doce puntos en seis partidos, con tres victorias, tres empates y ni una sola derrota.
La Segoviana tiene buenos recuerdos del Príncipe Felipe, donde ha obtenido un empate y una victoria en sus dos visitas
“Partidazo”. Así definió el entrenador de la Segoviana el partido que medirá al equipo azulgrana con el Cacereño, en una fecha todavía sin determinar que estará entre el martes 29 y el jueves 31 de octubre y que tendrá como escenario el estadio Príncipe Felipe de la capital de Cáceres, un campo del que la Segoviana no guarda precisamente un mal recuerdo, teniendo en cuenta que en la campaña 22/23 el conjunto gimnástico firmó un empate a dos goles, y en la histórica temporada 23/24 logró la victoria por 2-3.
NO ERA EL PREFERIDO
Sabiendo que por el hecho de ser equipo de Primera RFEF con seguridad la primera eliminatoria iba a disputarse lejos de La Albuera, las preferencias azulgranas pasaban por tener un desplazamiento corto y un terreno de juego de hierba natural, más allá de la categoría del oponente, y muy pocos ponían mala cara cuando se les mencionaba el nombre del Real Ávila a la hora de escoger oponente. El sorteo que se celebró en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas deparó que la Segoviana juegue en un gran campo, pero después de hacer un largo desplazamiento y frente a un oponente que suele dar el do de pecho en la Copa del Rey, puesto que en la campaña 22/23 el Cacereño llegó a jugar los dieciseisavos de final del torneo tras golear al Córdoba (3-0) y derrotar al Girona (2-1) antes de medirse a un Real Madrid que solamente le pudo ganar por la mínima (0-1).
De momento, el interés por la Copa del Rey queda aparcado porque hasta que llegue ese encuentro la Segoviana deberá jugar tres jornadas más que intensas, con el desplazamiento a Pamplona mañana para jugar ante el Osasuna B, la llegada del Real Unión a La Albuera y la visita que el equipo azulgrana debe realizar a Vigo para jugar frente al Celta Fortuna. Sólo después de esos encuentros podrá ponerse el foco en una Copa del Rey que siempre ilusiona, pese a que sea un arma de doble filo.
2.500 KILÓMETROS EN OCTUBRE
La visita al estadio Príncipe Felipe de Cáceres supondrá para la Segoviana el tercer largo desplazamiento que tendrá que realizar en poco más de dos semanas, y una buena ‘paliza’ de autobús puesto que las visitas a los campos de Tajonar, Barrientos y Príncipe Felipe le van a suponer al conjunto gimnástico el realizar cerca de 2.500 kilómetros, con más de 24 horas subidos en el autocar.
Mención especial merece el partido que la Segoviana jugará en Vigo el sábado por la tarde, tras hacerse 525 kilómetros de ida, y otros tantos de vuelta. La suerte para los azulgrana (si no hay cambio de horario) es que el Cacereño jugará en el campo del Unión Adarve el domingo por la mañana, por lo que el partido de Copa no se disputará en la jornada del martes 29, sino en la del miércoles 30 o jueves 31 de octubre.
