La Asociación de Propietarios “Sierra de Guadarrama”, una entidad que reúne a cerca de 400 socios, ha denunciado la “escasísima representación” que los dueños de los terrenos incluidos en el parque natural “Sierra Norte de Guadarrama” tendrán en la futura junta rectora de este espacio protegido.
Después de haber mantenido una actitud crítica durante todo el proceso que desembocó en la declaración del parque natural por parte de las Cortes de Castilla y León, la Asociación de Propietarios “Sierra de Guadarrama” ha recibido “un jarro de agua fría” con la publicación, en el Boletín Oficial de la Junta de Castilla y León de fecha 24 de agosto de 2011, del decreto por el que se regula la composición de la junta rectora del parque natural. El decreto establece que la misma estará integrada por 23 componentes, a los que se añaden un representante por cada uno de los 35 ayuntamientos que conforman el parque natural y otro de cada una las comunidades de villa y tierra afectadas.
“Entre toda esa multitud de componentes de la junta rectora, los propietarios únicamente tendremos dos representantes”, ha lamentado el vicepresidente de la Asociación de Propietarios, Jaime Patiño, para el que esa distribución supone “una auténtica vergüenza” y “un engaño”.
“Si se trata de decidir cómo se tiene que proteger la Sierra de Guadarrama, entendemos que debe abrirse un diálogo entre dos partes: la Administración y los propietarios de los terrenos”, agregó Patiño. Desde su punto de vista, la Junta “ha querido vender que estaba abierta a la participación de los implicados”, aunque su proceder fue “muy diferente”. “Cuando se ha publicado la composición de la junta rectora se ha caído su disfraz”, denunció Patiño, que entiende que el papel que desempeñarán los propietarios, con solo dos representantes, “quedará muy difuminado entre tantos miembros”.
“Han ninguneado a los propietarios; esto es una expropiación encubierta”, concluyó el vicepresidente de la Asociación de Propietarios. Desde que se inició el proceso para la declaración del parque natural, la entidad batalló para conseguir que el límite inferior del parque se situara en la Cañada Real Soriana Occidental, así como en lograr una indemnización a los propietarios de los terrenos afectados por tal figura de protección. En ambos casos, los propietarios no consiguieron que la Administración Regional admitiera sus tesis.