El austero retrato de Francisco Camps, realizado por su letrado, Javier Boix, y la declaración del expresidente de la Comunidad Valenciana ante el jurado, que se prolongó durante casi cinco horas, marcaron ayer la segunda jornada de la causa de los trajes.
En su alegato inicial, la defensa del político explicó que el popular fue calificado de «racanillo» o «curita» por personas que aparecen en el sumario del caso y defendió que suele evitar el uso de tarjetas de crédito y la petición de facturas para que no se pudiera considerar que cargaba determinados gastos al erario público.
Por su parte, el expresidente afirmó en su declaración que pagó «todos» sus trajes, y que desde que fue nombrado presidente, en el año 2003, devolvía todos aquellos regalos que pasaban de un determinado valor, incluidos los de Álvaro Pérez, conocido como El Bigotes y responsable de una de las empresas investigadas en la trama. Por este motivo, aseguró que no entendía lo que había pasado en estos casi tres años de instrucción, en los que ha sufrido «muchas tristezas personales».
El exdirigente, que presto declaración acompañado de varios papeles, con una actitud tranquila, dedicó también parte de su intervención a aclarar la relación que mantuvo con Álvaro Pérez, al que indicó que conocía desde el año 2002 y explicó que se puso en contacto con él porque quería que le diseñara y organizara el acto en el que se iba a proclamar presidente de la Generalitat en 2003.
El popular narró que, a partir de ese momento, trabajaron juntos hasta el año 2008, pero solo en actos del partido, y nunca en actividades vinculadas a la Administración pública.
Otra parte del interrogatorio se centró en los trajes que encargó y que recibió de la presunta trama del caso Gürtel. Camps sostuvo que de la tienda Milano recibió, a partir de la primavera de 2006, un total de cuatro en su domicilio pero que, tras probárselos, decidió devolverlos a la marca.
Hasta entonces, él mantuvo que solía comprarse todos los años uno o dos ternos de chaqueta en El Corte Inglés, y que costaban el doble de lo que iba a pagar por unos parecidos en Milano. Por este motivo, le indicó al sastre José Tomás, testigo en el proceso, que iba a adquirir diversos trajes, pero todos los pagó, añadió. Además, comentó que «los conciudadanos querrán que vaya bien vestido, supongo», en referencia al motivo por el que se compraba esa cantidad de prendas.
Asimismo, Camps señaló que como patrimonio tiene un piso que comparte con su mujer y un coche del año 95 que «ya no va».
Por otro lado, la declaración del exsecretario general del PPCV y diputado, Ricardo Costa, acusado de un delito de cohecho pasivo impropio tendrá lugar hoy debido a que la intervención del expresidente se alargó más de lo previsto.
