Los países de la eurozona han acordado los términos de un rescate financiero multimillonario para Grecia, como parte de un programa más amplio que permita apuntalar la moneda única después de semanas de crisis, según revelaba ayer la prensa británica.
El diario The Guardian y la cadena pública BBC citan fuentes oficiales de Bruselas para afirmar que el Gobierno alemán finalmente ha dado el visto bueno al acuerdo, y que los ministros de Economía y Finanzas de los 16 países que comparten el euro darán mañana los últimos retoques al plan para aprobarlo en su reunión del martes.
The Guardian, que da por hecho el acuerdo, informa de que los Estados miembros plantearán exigencias fiscales más estrictas a los países que quieran estar en el euro para evitar situaciones como la de Grecia, que ha afectado al conjunto de la eurozona.
Dice este rotativo que los ministros del Ecofin han acordado «contribuciones bilaterales coordinadas, en la forma de préstamos y préstamos garantizados» para Atenas, si su Gobierno admite que es incapaz de financiar por si mismo la gigantesca deuda del país.
Según las fuentes que cita el diario, la ayuda podría tener un montante total de 22.600 millones, aunque los responsables políticos de los países que comparten el euro creen que Grecia puede necesitar hasta 60.700 millones hasta final de año. Estos informadores aclararon también que el plan no vulnerará la normativa de la moneda única, que prohíbe específicamente rescatar a los países miembros en problemas, porque irá acompañado de otras medidas de la Comisión Europea para endurecer las reglas en la eurozona.
El objetivo es utilizar los instrumentos que facilita el Tratado de Lisboa, ratificado el año pasado, para establecer un sistema de supervisión presupuestaria más riguroso en los 16 países.
La BBC es más cauta que The Guardian e informa de que «se está cerca del acuerdo», aunque coincide en los términos del mismo. Según esta información, el ánimo del acuerdo es tenerlo en la reserva como última opción, ya que la esperanza de los ministros del Ecofin es que Grecia pueda salir por sí misma de esta situación.
Alemania y Francia serían los países que más aportarían económicamente en el plan, en el que no habrá contribución del Reino Unido y otros socios comunitarios que no están en el euro.
Se cumpla o no lo que publica la prensa británica, los ministros europeos tratarán de acordar un mecanismo de emergencia que ayude a Grecia a evitar la quiebra, llegado el caso. Diversas fuentes comunitarias han adelantado que la forma más viable, en el caso de que el país heleno no pueda obtener financiación del mercado a costes razonables, sería avalando sus futuras emisiones de deuda.
En lo que queda de año, Atenas tiene que hacer frente a vencimientos por valor de unos 55.000 millones de euros. Desde que estalló la crisis griega Gobiernos e instituciones europeos tratan de poner a punto un mecanismo de urgencia que sea compatible con las normas de la unión económica y monetaria, especialmente con la cláusula del tratado que prohíbe asumir o financiar directamente la deuda de un socio del euro.
No se trata de solidaridad con Grecia, a cuyos sucesivos Ejecutivos Bruselas culpa del penoso estado de las cuentas públicas y de haber agravado la crisis falseando sus estadísticas, sino de evitar la desestabilización del conjunto de la eurozona que podría producirse si la desconfianza en los bonos helenos se termina contagiando a otros miembros.
En la cumbre del pasado 11 de febrero, los socios europeos prometieron actuar de manera «decidida y coordinada» si llegaba el caso, al tiempo que exigieron al Gobierno de Yorgos Papandréu que tomara todas las medidas necesarias para reducir el déficit público de su actual nivel del 12,7% del Producto Interior Bruto (PIB) a menos del 3% en 2012.
La CE certificará mañana que Papandréu está cumpliendo su parte del pacto, por lo que ahora toca a los socios de la eurozona acordar el mecanismo de rescate que utilizarían si fuera preciso.
