Dos semanas ha tardado el Viveros Herol Balonmano Nava en dejar atrás las malas sensaciones que dejó el equipo en el último tramo de la pretemporada, cuando la derrota en la Copa Castilla y León frente al Tubos Aranda en el Guerrer@s Naver@s mostró que el plantel andaba algo corto de preparación teniendo en cuenta el exigente inicio de la Asobal que le esperaba, con dos desplazamientos, más un derbi en casa frente al Recoletas Valladolid, en las tres primeras jornadas de competición.
Un mes después, todo marcha viento en popa para el equipo que dirige Álvaro Senovilla, que llegó a tiempo a la liga como anunció su entrenador, y que si bien en el encuentro frente al Anaitasuna se vio superado (por poco) por el alto ritmo de juego que impone el conjunto navarro, en el segundo partido fue capaz de fijar mucho mejor su ataque, impidiendo que el conjunto vallisoletano pudiera mostrar una de sus mayores virtudes como es el contragolpe, y el pasado sábado en la pista ‘maldita’ del Balonmano Logroño, firmar uno de los encuentros más serios frente a uno de los rivales más fuertes de la Asobal para terminar llevándose con justicia los dos puntos en juego.
El equipo ha sabido dar un paso adelante desde la derrota en la semifinal de la Copa Castilla y León frente al Tubos Aranda
De esta manera, cumplida la tercera jornada de la competición, el Balonmano Nava se sitúa en la cuarta plaza, con cuatro puntos sumados de seis posibles, a dos del Bathco Torrelavega de Jacobo Cuétara, que para sorpresa de nadie (teniendo en cuenta la calidad de su entrenador y la de su plantilla) ha ganado los tres partidos que ha disputado para encabezar en solitario la clasificación aprovechando que el Barça aplazó su partido ante el Ademar León por aquello de estar disputando el Mundial de clubes.
Del Balonmano Nava se dijo en verano que era uno de los clubes que mejor había fichado y que ahora tocaba demostrarlo en la cancha, y esa es una presión añadida para un club que se había puesto como objetivo el de firmar cuanto antes la permanencia. Lo cierto es que las caras nuevas del Viveros Herol no son tan nuevas en la Liga, sino que tienen experiencia más que de sobra para saber cuándo hay que ser competitivo de verdad.
A ellos se les une un plantel de jugadores que ya saben lo que quiere el cuerpo técnico, y que tienen el descaro suficiente como para dar un paso adelante en los momentos comprometidos. Borja Méndez mandando en ataque, Gonzalo Carró machacándose en las dos áreas o Mario Nevado sacando el brazo a pasear en la ofensiva, pero también cumpliendo más que de sobra en defensa y tomando responsabilidades, brillan en un equipo que ha tardado poco en volver a ilusionar a los aficionados y que el próximo sábado (18.30 horas) volverá a jugar en casa, teniendo como oponente al Puente Genil que el pasado fin de semana logró su primera victoria en la liga tras superar al Cangas por la mínima en Córdoba. Que ganar está muy caro.
LUIS DE VEGA RESPONDE
Cuando en el primer amistoso de la pretemporada cayó lesionado Dzmitry Patotski, todas las miradas de la familia del Balonmano Nava cayeron sobre Luis de Vega. El guardameta leonés, con buenas actuaciones la pasada campaña a la sombra del guardameta bielorruso, pasó por momentos de duda en los siguientes encuentros de pretemporada, pero la incorporación de Yeray Lamariano vino a elevar el nivel del portero que (en teoría) debe disputar la mayor parte de los minutos, y tanto frente al Anaitasuna como ante Valladolid, y también en Logroño, sumó porcentajes de paradas superiores al treinta por ciento, un hecho que sin duda allana un poco más el camino de las victorias. Luis de Vega es un extraordinario guardameta, y así lo ha demostrado cuando la competición le ha puesto a prueba.
