La matriculación de alumnos en Enseñanzas de Régimen General en Castilla y León ha caído un 4,4 por ciento en la última década, lo que supone el tercer mayor descenso del conjunto de España, donde aumentó un 3,2 por ciento. La pérdida de 16.000 estudiantes no universitarios en la Comunidad entre los cursos 2013 y 2023 es desigual, en función de la titularidad de los centros, ya que la sangría se ceba con los públicos, que pierden 18.000 alumnos, mientras los concertados ganan 2.000.
Por provincias, en Segovia se disparó un 11,4 por ciento la cifra de estudiantes en los centros concertados, seguido del 6,8 por ciento en Valladolid y del 3,7 por ciento en Burgos. En el lado opuesto, aparece Zamora, donde el alumnado en concertados cayó un 11,8 por ciento aunque fue aún mayor en el caso de los matriculados en la enseñanza pública, donde descendió un 17 por ciento. Cinco territorios (Segovia, Valladolid, Burgos, Soria y Ávila) experimentaron subidas en el alumnado en los centros concertados entre 2013 y 2023 mientras que la pérdida de estudiantes en la pública fue generalizada en la Comunidad, con Zamora (-17 por ciento) y Salamanca (-12,1 por ciento) a la cabeza, seguidas de León (-9 por ciento), Ávila (-8,9 por ciento) y Segovia (-7,4 por ciento). Completaron el listado las provincias de Palencia (-6,9 por ciento), Burgos (-3,3 por ciento), Soria (-2,7 por ciento) y Valladolid (-2,5 por ciento).
La caída de estudiantes de Enseñanzas de Régimen General -que engloba el primer y segundo ciclo de Infantil, Primaria, Educación Especial, ESO, Bachillerato y Formación Profesional- constata que la pérdida de alumnos es generalizada en la Comunidad, ya que todas las provincias registran un descenso del número de matriculados, salvo Valladolid, donde aumentó un 1,1 por ciento en la última década, de 83.926 a 84.860.
