La afición de la Gimnástica Segoviana está (hasta la fecha) disfrutando de una nueva categoría que pocas veces se había visto de seguido en el campo de La Albuera, que acoge partidos de una Primera RFEF que es más fuerte que la antigua Segunda B, aunque sólo sea porque en esta categoría hay dos grupos por cuatro en la anterior división de bronce del fútbol nacional, pero que tiene bien integrado a un equipo azulgrana extraordinariamente competitivo. Y esa virtud evidente es la que consigue tapar, al menos en partidos como el jugado ante el Bilbao Athletic, alguna que otra carencia.
El punto logrado el pasado fin de semana en Ourense tenía que hacerse bueno con una victoria en casa ante un filial muy bienintencionado y con una propuesta futbolística más que agradable, pero sin ese ‘colmillo’ que sí tienen equipos más veteranos. El conjunto rojiblanco que dirige Jokin Aranbarri mostró lo que puede llegar a ser, pero todavía no es, frente a una Segoviana que apostó por la prudencia en los primeros minutos, más cómoda sin el balón que con él, porque fueron muy numerosos los pases (en ocasiones fáciles) que erraron los futbolistas gimnásticos. Lo fácil sería echarle las culpas al campo, pero posiblemente la presión del rival también tuviera mucho que ver.
Superado el primer cuarto de hora de encuentro, cuando éste no había roto por ninguna parte, Javi Borrego recogió un balón en tres cuartos de campo, avanzó unos metros y, como nadie le salió a tapar, avanzó unos pocos más, se colocó el esférico en la pierna izquierda y chutó al palo largo lejos del alcance del portero Oier que poco pudo hacer en los dos goles gimnásticos, pero que el resto del trabajo lo realizó a la perfección.
Hasta entonces el Bilbao Athletic, que había controlado el partido pero sin peligro, quiso asomarse más al área de Carmona, y lo hizo volcando el juego por la banda que atacaba Endika, un zurdo que en el primer tiempo desafió a Rubén casi tantas veces como le ganó la partida. Pero al filial le faltó pegada en los metros decisivos, y estuvo más cerca del 2-0 con un chutazo de Hugo Díaz desde 35 metros que obligó a Oier a hacer una de las mejores paradas que se recuerdan en La Albuera, que de un empate a uno que tuvo Endika rematando de primeras desviado a la salida de un córner.
RUBÉN, ¡QUÉ PARTIDO!

La Segoviana, que acabó el primer tiempo mucho mejor que su oponente, comenzó el segundo bastante peor. Tanto fue así que una pérdida azulgrana en la salida del balón puso el cuero en los pies de Azkune, que se hizo un ‘Borrego’ avanzando metros sin hallar oposición para rematar cruzado lejos del alcance de Carmona.
Había partido nuevo con toda la segunda parte por delante, pero había cosas que empezaban a cambiar para bien en la Segoviana, que obligó al filial rojiblanco a variar su ataque a la banda izquierda porque en el otro lado Rubén se comió a Endika primero, y a Oyono más tarde, ganando todos los duelos tras la reanudación y mostrándose absolutamente demoledor tanto en defensa, como desdoblándose en ataque. El del lateral izquierdo gimnástico fue un partidazo del que poco a poco se fueron contagiando otros compañeros.
Tampoco encontró suerte el Bilbao Athletic en la otra banda, porque Hugo Marcos también jugó a gran nivel, dejando como recuerdo una recuperación descomunal en carrera cuando Peio se preparaba para un mano a mano ante Carmona, que poco antes había intervenido con acierto a un remate de falta del propio Peio que mandó a córner.
Ramsés: “El partido ha sido muy bueno para nosotros, y la victoria ha sido merecida. Terminar como hemos acabado, sometiendo a un equipazo como el Athletic B es para estar más que satisfecho”
Frenadas las intenciones ofensivas del rival, a la Segoviana le hacía falta un poco más de precisión para ir generando oportunidades. Y los cambios mejoraron al equipo que encontró su filón en la zona izquierda del ataque donde Tellechea conectó muy bien con Rubén para que éste pusiera un regalo en forma de centro al segundo palo que Berlanga convirtió en el 2-1 aunque Oier literalmente volara intentando evitarlo.
Desde ese momento, minuto 72 y hasta el final del partido, el equipo de casa controló el juego y a un oponente que no se vio con la claridad de ideas suficiente como para inquietar de verdad el marco azulgrana. Berlanga y Davo (que está entre los tres delanteros más ‘pesaos’ del Planeta Fútbol’ para satisfacción del aficionado gimnástico) tuvieron el tercero, pero al final hubo que sufrir un poco para terminar celebrando la segunda victoria en la liga y el retorno de Diego Gómez a La Albuera después de su paso por el Fuenlabrada y una lesión que le ha tenido un buen número de semanas sin poder competir. De momento, todo marcha viento en popa. Y que dure… 33 jornadas más, si puede ser.
