Carlos Morato Marqués
El Cerro de Los Almadenes, en Otero de Herreros, es uno de los yacimientos arqueológicos minero-metalúrgicos más importantes de España. Su singularidad radica en su riqueza geológica y mineralógica. Ubicado en el piedemonte de la Sierra de Guadarrama, justo entre rocas paleozoicas y mesozoicas, afloran franjas mineralizadas de tipo “skarn” de origen hidrotermal produciendo una gran acumulación y riqueza de minerales metálicos, en especial cobre, hierro, zinc… etc. Dicha riqueza fue descubierta y explotada a lo largo de diferentes etapas históricas, desde la prehistoria hasta los inicios de la Edad Media, en más de 1000 años de minería y metalurgia, destacando especialmente los momentos culminantes de explotación en época romana y visigoda.
De esta manera, nos encontramos en un yacimiento excepcional en el que se han podido conservar y documentar cómo eran las labores mineras y metalúrgicas antiguas, convirtiéndose en el principal centro metalúrgico del cobre en el centro peninsular. Un importante lugar en el que en pocos kilómetros podemos localizar todos los procesos del cobre, desde la extracción del mineral en las minas hasta su transformación en metal.
Este verano de 2024 se ha cumplido su campaña de excavaciones número XV desde que en 2009 un equipo de la SEHA (Sociedad Española de Historia de la Arqueología) iniciase sus investigaciones. A lo largo de todo este tiempo, este proyecto arqueológico ha contado siempre el firme apoyo del Ayuntamiento y los vecinos de Otero de Herreros, velando por la investigación y conservación de su patrimonio, dando lugar en la actualidad a la asociación DAMA (Difusión Arqueología y Minería Antigua) que gestiona el proyecto. Fruto de todo ello, se han sucedido importantes descubrimientos que confirman la importancia de Los Almadenes.
Entre ellos destacar la excavación de una Officina Metallorum, una factoría de producción metalúrgica. Localizada en la ladera norte, en ella se han documentado los diferentes procesos metalúrgicos: triturado, lavado, reducción y fundición del mineral para transformarlo en metal. Especialmente importantes son las dos líneas de hornos de cobre en batería, cuyo último uso conservado fue entre los siglos V y VI d.C. (época visigoda), siendo los únicos de estas cronologías en la Península. De la misma manera, los abundantes restos de fundiciones y materiales arqueológicos, nos indican de varios momentos de fundiciones desde época romana altoimperial (ss. I a.C. – III d.C.). Precisamente en esta zona de producción metalúrgica, en este año 2024, se ha vuelto a investigar en colaboración con miembros de la Universidad de Granada (UGR) en la recogida de muestras para futuros análisis arqueometalúrgicos que nos permitan conocer mejor la producción técnica del metal en el pasado.
Sin dudas, la producción minero-metalúrgica de Los Almadenes, es uno de los factores clave que explican la importancia de la Segovia romana. las últimas y recientes excavaciones y descubrimientos vienen produciéndose en la cima y ladera occidental del cerro donde estamos localizando áreas domésticas, culto y administración y control de la producción. Los restos arqueológicos corresponden especialmente a época del Alto Imperio romano (ss. I a.C. – III d.C.). En esta zona ya se localizó hacia 2013 una cella vinaria en relación a la producción del vino. El año 2019 pudimos realizar una prospección geofísica de georradar en colaboración con la Universidad Complutense, cuya interpretación parece revelar la existencia de un gran edificio y otros menores en una ordenación urbanística propiamente romana.
Estos datos, en relación a la abundancia de materiales arqueológicos relacionados con la presencia militar en época de las Guerras Cántabras, a comienzos del Imperio de Augusto (ss. I a.C. – I d.C.), nos hace plantear la ubicación de un asentamiento con características militares, relacionado con el control y administración de la explotación de los metales. Debemos recordar la importancia minera que tuvo Hispania, y especialmente en relación al control imperial del fisco y la acuñación de moneda. La relación entre el ejército romano y la actividad minera las encontramos en las labores de vigilancia y control del metal y de las poblaciones indígenas, así como en la coordinación del propio trabajo minero, con los ingenieros que militaban en el ejército para la ubicación y perforación de los pozos y galerías mineras.
Por todo ello, las excavaciones que venimos desarrollando se centran en la ladera occidental y la plataforma del cerro, con el objetivo de delimitar y conocer la estructura y espacios del asentamiento y sus etapas cronológicas. En este contexto, entre 2019 y 2022 se produjeron algunos de los hallazgos más espectaculares, que nos hablan de los cultos de los moradores del Cerro en el pasado: la denominada “Dama” de los Almadenes, una escultura femenina, que apareció mutilada y decapitada, de tipo matrona sedente, con ropajes que recordaban a la estética indígena celtibérica. Más adelante fue localizada una cabeza masculina que podemos ubicar entre los retratos romanos republicanos y altoimperiales (ss. I a.C.- I d.C.). Y finalmente, apareció la correspondiente cabeza de la Dama, velada y coronada, con un característico peinado con raya central propio de la moda helenizante de inicios del Imperio. Dicha escultura ha sido interpretada como una divinidad relacionada con la fertilidad de la tierra (Terra Mater) y en relación a ello, con la abundancia de los metales, como fue frecuente en otros yacimientos mineros del Imperio. Unas esculturas que ya pueden verse expuestas en las vitrinas del Museo de Segovia.
La excavación del contexto espacial donde aparecieron las esculturas nos ha permitido definir e individualizar un pequeño edificio de carácter sacro. El santuario de la ladera occidental cuenta con un acceso mediante una escalinata hacia un espacio de altar centralizado. Las investigaciones de los últimos años parecen indicar que este santuario fue amortizado por una canalización de agua relacionada con una ampliación del castellum. Dicha canalización fue descubierta en 2021 y desde entonces se está investigando. Construida utilizando grandes lajas y mortero hidráulico romano (opus signinum) conducía el agua desde los interiores del castellum.
Con todo ello llegamos a los objetivos logrados en las presentes investigaciones de campo en el Cerro. Por un lado, delimitar completamente el edificio del castellum por su lado occidental, pudiendo localizar sus extremos norte y sur. Junto a ello, hemos comenzado a definir sus estancias interiores. Igualmente, se ha avanzado en la definición de las etapas de ocupación del asentamiento, tomando muestras para próximas analíticas y cronologías que podrán comprobar nuestras hipótesis, pudiendo definir diversas etapas de ocupación entre época prerromana y la época imperial romana. Igualmente, hemos podido localizar lo que podría tratarse de una rampa con orientación E-O y un acceso, desde la ladera occidental y norte, dada su pendiente. Finalmente, las investigaciones en relación a la gran canalización de agua del castellum parece indicar que pudo tratarse de una estructura para mantener la salubridad del asentamiento, aportando grandes informaciones sobre la gestión de los residuos en la antigüedad. Junto a estos avances debemos destacar algunos importantes hallazgos como dos ánforas prácticamente enteras, fíbulas relacionadas con la indumentaria legionaria, lucernas o un pequeño exvoto de terracota, quizás relacionado con las actividades del santuario.
Por ello, podemos valorar como un gran éxito de las investigaciones en el Cerro que cumplen 15 años de campañas ininterrumpidas. El apoyo económico e institucional del Ayuntamiento de Otero de Herreros, por un lado, y de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de Castilla y León es clave en ello, lo que se tradujo en 2021 en la declaración como Bien de Interés Cultural. Precisamente, este mismo año 2024 recibimos también la visita al yacimiento de altos cargos políticos de cultura de la Junta de Castilla y León y la Diputación de Segovia, encabezados por el consejero de Cultura y el presidente de la Diputación. El yacimiento tiene un gran potencial patrimonial pasado, presente y futuro. Las investigaciones que venimos desarrollando tratan sobre las gentes del pasado, pero deben servir para las gentes del presente y el futuro. En virtud de ello, las investigaciones son posibles gracias a la asociación DAMA (Difusión, Arqueología y Minería Antigua), los voluntarios y socios de la misma, y los convenios de colaboración firmados con las Universidades Autónoma y Complutense de Madrid, de forma que el yacimiento además sirva de formación a futuros arqueólogos, estudiantes de grado y máster de distintas titulaciones históricas.
Todo ello cobra sentido cuando revierte en la sociedad, la verdadera detentora del patrimonio arqueológico. El patrimonio arqueológico, y más aún en el mundo rural puede ser un motor de dinamización social, cultural y económica. Ese es nuestro objetivo próximo como arqueólogos, que nuestro trabajo repercuta en descifrar el pasado, para la ciudadanía del presente y el futuro. Así se viene materializando recientemente. Por un lado, desde la difusión científica, el pasado agosto, cuando dimos a conocer la importancia de este yacimiento en el Congreso de la Asociación Europea de Arqueología. Por otro lado, desde la divulgación cultural, el pasado 6 de septiembre, como todos los años, dimos a conocer a la ciudadanía, en una visita guiada, los nuevos resultados de las excavaciones en el yacimiento en las jornadas de puertas abiertas. Con todo ello, esperamos que, en un futuro próximo, desde el proyecto de investigación y la asociación DAMA podamos ir más allá, poder contar con el apoyo de la administración para continuar las investigaciones, acompañado al mismo tiempo de una futura puesta en valor y actividades de difusión y divulgación patrimonial (visitas, conferencias, talleres, jornadas, publicaciones…), desenterrando y valorando el pasado remoto para los vecinos de Otero de Herreros.
