Un Segosala con caras nuevas con respecto a la pasada campaña, pero que sigue siendo exageradamente joven, se impuso por 3-0 al CDC San José en el encuentro correspondiente a la primera ronda de la Copa de la Reina que acogió el pabellón Pedro Delgado.
El equipo segoviano tuvo la suerte de cara al tener que disputar este partido en su pista en lugar de haber tenido que realizar un largo desplazamiento hasta Cáceres. Pero, con seguridad si el partido se hubiese disputado en Extremadura la puesta en escena del conjunto de Agustín Pérez habría sido la misma, la de ir a buscar al rival en toda la pista, con una presión insistente buscando el robo en zonas cercanas al área contraria o, en su defecto, la recuperación rápida en el área propia merced a un balón en largo del contrario que casi siempre suele morir en las manos de la guardameta.
Y, como quiera que el San José no dio la impresión de ser un equipo hecho para jugar en largo, sino para tratar de construir la jugada desde atrás, el partido se movió en un ritmo muy alto, con las rojinegras llevando la iniciativa, y las cacereñas esperando un momento a la contra que no les terminó de llegar.
Lo que sí llegó fue el 1-0 después de un robo de balón en la línea del centro del campo, que propició un contragolpe letal que culminó Sara en el segundo palo. Pero el marcador favorable no frenó las ansias del Segosala, que mantuvo su presión alta, aunque solamente fuera para conseguir que la portería defendida por Lau no pasara por demasiadas complicaciones.
SEGURIDAD DEFENSIVA LOCAL
El San José igualó el encuentro en la pista, que no en el electrónico, en una segunda parte en la que lo corto del marcador ofrecía alternativas tanto para un equipo como para el otro, porque ninguno de los contendientes renunciaba a presionar al contrario, pese a los evidentes riesgos que podían correr en cuanto jugadoras hábiles pudieran romper una línea. Y lo consiguió el equipo de casa mediado el segundo período, cuando Isabel rompió por la banda, y realizó una pared perfecta con una compañera para superar al resto de oponentes, portera incluida, y marcar de esta brillante manera el segundo tanto local.
El equipo extremeño tenía que arriesgar en busca de un gol que le metiera en el partido, y pasó a dominar el juego poniendo en la pista el portero-jugador. El Segosala, con Sonia en la portería para amenazar con su potente volea con la pierna izquierda, demostró tener bien trabajada la defensa de la inferioridad, y los minutos fueron pasando sin demasiado daño para el conjunto segoviano, que con una perfecta salida de presión de Valle en conducción que terminó con la visitante Laura marcándose el 3-0 en su propia portería, finiquitó el partido.
(Posdata: El fútbol sala perdió su esencia cuando, hace más de tres lustros, a alguna ‘lumbrera’ se le ocurrió que los partidos serían mucho más bonitos y con mucho más ritmo si se sacaba de banda con el pie. Años después, volver a ver cómo el juego gana en velocidad gracias al saque de banda con la mano es un más que agradable retorno a ese pasado en el que el fútbol sala era un deporte brillante, y vibrante, y no una colección de empujones, agarrones y duelos por parejas).
